Analizando a Philip

Crítica de Facundo Fernández Roldán - Alta Peli

Mejor no hablar de ciertas cosas
Philip (Jason Schwartzman) es un joven escritor aclamado quien se encuentra a punto de publicar su segunda novela, todo apunta a que su siguiente publicación será un éxito. Pero lamentablemente para este escritor, su vida personal es un completo desastre, su novia (Elizabeth Moss) es una fotógrafa de renombre con la cual tiene una relación bastante decadente.

Además, el ego y la soberbia creciente de Philip no le permite dar el brazo a torcer, por lo que no reconoce ningún error y hasta se niega a promocionar su segunda novela. Es entonces cuando Ike Zimmerman (Jonathan Pryce) otro escritor exitoso le ofrecerá escaparse de la triste realidad de Nueva York con el fin de que Philip encuentre y pueda dedicarse a escribir una nueva historia.

Dos grandes problemas tiene Analizando a Philip: el primero de ellos es la etiqueta de comedia que lleva la cual le juega totalmente en contra, puesto que la cinta de comedia tiene poco y nada, ni siquiera es un intento fallido de comedia, la cinta no busca ser graciosa.

El otro gran problema es el personaje de Schwartzman: el insoportable Philip. El escritor al que personifica el actor californiano es verdaderamente un dolor de cabeza, un protagonista totalmente detestable cuyas intervenciones no hacen más que querer romper todo y salir corriendo al ver al escritor en escena. Philip es probablemente uno de los peores personajes que nos ha dado el cine en los últimos años.

Por fortuna, durante el segundo acto, el detestable Philip pasa a un segundo plano y empezamos a conocer a su novia, Ashley (Moss). La fotógrafa encarnada por Moss es muchísimo más interesante que el protagonista de la cinta gracias a los matices del personaje, y las escenas que tienen a Ashley como estrella son las más interesantes y amenas de toda la cinta, y sobre todo, nos dan un descanso de ver a Schwartzman en pantalla.

En cuanto a la factura técnica, la cinta es impecable. Analizando a Philip cuenta con una buena banda sonora, una ambientación atemporal en la que no presenciamos ningún dejo de tecnología actual o de la década pasada. La cinta está rodada íntegramente en súper 16mm, lo cual le otorga una belleza visual digna de destacar, y el narrador implementado le brinda unos tintes de documental que cortan con la monotonía de esta historia tan poco interesante.

Y es que ese es el principal problema de esta propuesta: la historia no es para nada interesante, su trama y los pésimos diálogos entre personajes intentan ser intelectuales pero no hacen más que aburrir, el ritmo monótono lineal no engancha, y su protagonista es un dolor de cabeza. ¿Algo más?

Conclusión:
Analizando a Philip no es una comedia, ni un drama. Es una especie de falso documental aburrido en el que viajaremos por la psicología de un personaje detestable, ególatra, soberbio y sobre todo insoportable (y no en el buen sentido). Las mejores escenas son sin Philip en pantalla. Cómo si el hecho de que una película, para abordar de una forma intelectual tópicos sobre psicología, tuviera que ser aburrida. Y no, intelectual no es lo mismo que aburrido. Totalmente no recomendable. En serio.