Amour

Crítica de Mauro Jacobo - Cinélico

Manipulando por un premio

Me costó bastante escribir esta crítica. Nunca me sentí tan manipulado y manoseado a nivel intelectual y emocional como me pasó con "Amour" de Michael Haneke. Un film que cuenta una historia cruel, mala leche y desde la perspectiva de un snobista que se preocupó más por mostrar el comportamiento superficial de la burguesía intelectualoide, que el supuesto tema del que trata la película.
A todos nos gusta disfrutar de un poco de elegancia en el cine, nos gusta ver personajes refinados y atractivos, pero cuando la boludez elitista llega demasiado lejos, hay que estar atentos para no caer en sus garras. En "Amour" se nos propone la historia de dos profesores de música clásica (no podía ser de otra manera) de avanzada edad, Anne (Emmanuelle Riva) y Georges (Jean-Louis Trintignant), que están casados y trabajan juntos. Un día que parece ser común y corriente en la vida de este matrimonio, a la pobre Anne le da un ataque cerebro vascular que la deja con la mitad de su cuerpo paralizado. La trama se basa en cómo ambos deberán ir lidiando con el rápido deterioro físico que va sufriendo Anne y como esto pondrá a prueba su amor, sobre todo el de su marido que tiene la responsabilidad de cuidarla. Hasta la 1ra mitad el film es realmente interesante y disfrutable, con un buen trabajo de involucramiento del espectador y haciendo un avance sobre el drama bien cuidado pero con contundencia. Las interpretaciones de ambos actores es espléndida. Lamentablemente en la 2da parte Haneke saca lo peor de sí y nos sumerge en un infierno que nos deja revueltos y angustiados para todo el día, sólo con el objetivo de regodeo propio y para horrorizar al público con su manejo de las situaciones que debe vivir la pareja. El director alemán es conocido por sus trabajos oscuros y con toques de sadismo, pero al menos en las películas anteriores era sincero con la propuesta desde el inicio y no nos engatusaba para manosearnos después. En "Amour", Haneke teje una red peligrosa que nos va enredando mientras no nos damos cuenta, de hecho disfrutamos como nos vamos envolviendo en ella. Cuando estamos a punto caramelo, aparece con todo su veneno y nos lo inyecta de lleno en el corazón. Esos personajes con los que conectamos y que se mostraban de buen corazón, se tornan insoportablemente egoístas y banalizan de manera asquerosa el significado de la palabra amor. Un marido que no aguanta más el deterioro de su mujer porque lo icomoda, una hija prácticamente ausente que sólo aparece 2 o 3 veces para tirar algunas lágrimas de cocodrilo... Heneke, ¿querés saber que es realmente amor?, fijate en alguna pareja que se la banque en serio, en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad; conozco algunas. Llamarle amor a un viejo superficial que cansado de las dolencias de la mujer decide que la muerte es la solución más acertada es para cagones. (Atención SPOILER) La historia que le cuenta justamente el personaje de Georges a su mujer antes de asfixiarla con una almohada, grafica muy bien la cobardía del personaje y la mala interpretación que tiene usted de algo tan importante como el amor por otro ser humano (Fin SPOILER).
Los aspectos técnicos son muy delicados y profesionales, la dirección de actores que lleva a cabo Haneke es formidable, pero es una lástima que tanto talento y profesionalismo se utilice con esta maldad y con el objetivo egoísta de cosechar premios. No la recomiendo.