Amor urgente

Crítica de Javier Luzi - Visión del cine

Una historia de amor adolescente luminosa e inocente al mejor estilo de su anterior Hortensia entrega Diego Lublinsky en Amor urgente que, tras su paso por la Competencia Argentina del BAFICI 2018, llega a las carteleras comerciales.
Agustina (Paula Hertzog) se muda con su madre Irene (Paola Barrientos) a Resignación. Estamos en los ‘50. Un pueblo que con la llegada de ambas consigue alcanzar los 10.000 habitantes, lo que lo eleva a rango de ciudad.

Irene pone un negocio de lencería y Agustina se incorpora al colegio donde conoce a nuevas amigas y a Pedro (Martín Covini). Pedro, aún virgen y sin novia desde hace tiempo, se enamora de la chica pero ésta le avisa que ella decidió no tener novios. El vínculo irá creciendo mientras se multiplican los chismes de pueblo chico, complicándolo todo.

Lublinsky, director y guionista, elige una manera muy especial para narrar la película. Los fondos son retroproyecciones que muestran las locaciones donde los personajes se mueven, además, de un modo muy especial al caminar. El artificio es moneda corriente porque también los registros actorales evitan exteriorizaciones y costumbrismos. Pero rápidamente nos olvidamos de ello y si se entra en el código lo que vemos es una comedia romántica distinta y simpática, luminosa e ingenua, candorosa y cándida, pero siempre honesta.

El humor y la inocencia con que se manejan las situaciones terminan haciendo sinergia y logrando la empatía con los protagonistas que además están muy bien en sus papeles desde los consagrados Barrientos, Urtizberea, Arenillas hasta los jóvenes Hertzog, Covini, Sichel y De La Serna.