Amor por siempre

Crítica de Patricia Relats - El Espectador Avezado

Aparentemente en Hollywood se están dando cuenta de que la gente se enferma de cáncer y no pueden parar de incluirlo en los films. Como en el caso de 50/50, hay una paciente con pocas probabilidades de sobrevivir y hay una serie de personas que terminan siendo los daños colaterales.
En un relato que le cuesta definirse porque empieza siendo excesivamente liviana, para construir un drama de a poco, conocemos a Marley una mujer que todavía se comporta como una adolescente, le tiene miedo a asumir compromisos, a involucrarse hasta que un día descubre que a lo mejor se queda sin tiempo. Claramente en el medio es una joven híper atractiva que rechaza a todos los hombres y una ejecutiva muy exitosa.
La progresión de ese personaje será la que lleve el relato, reacia a sus padres (después comprendiéndolos o aceptándolos), los amigos, empezar una relación. Si bien el guion, tiene algunos gags, la verdad es que todo el cuento se cuenta desde Marley y Kate Hudson como ella nos entrega a esa misma chica adorable y un poco errática de siempre.
Una siempre enorme Kathy Bates interpreta a la madre y nos da esa perspectiva de la paciencia absoluta pero cayendo en los tics de la tipa dura pero que siempre está que vengo viendo de ella hace mucho que no veo a esa maravilla que vi en Misery.
El casting se completa con Gael García Bernal que, como nos tiene acostumbrados, tiene la gracia de una cabra en cuadro. Tengo que confesar que es de lo mejorcito, de todas maneras, ya que le da algo de cordura a la trama…porque el personaje de Kate Hudson es tan infantil por momentos que me hubiera cansado antes de la película si él no hubiera estado en pantalla. La dinámica, de esta manera, parece funcionar.
Nicole Kassell, su directora, no nos trae nada de aquella maravillosa y perturbadora “El hombre del bosque”. La verdad es que cae en relatos típicos, transiciones típicas, a lo mejor porque esperaba mucho del carisma de su casting.
La película me pareció floja, con golpes sensibileros que no terminan de cuajar con el humor que quieren plantear. La verdad, esperabamos más de Gael, a quien Hollywood parece ir minándole el talento. Sólo para parejitas que se están conociendo, ya que permite mirar mucho al compañero de butaca durante la proyección.