Amor, etc.

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

DIB (Alberto Rojas Apel, visto en Excursiones) acaba de comprar un departamento y su novia Lisa (María Canale, la revelación de Abrir puertas y ventanas y protagonista de otro estreno de esta semana como Los del suelo) se muda con él. En un principio todo se parece basante a un idilio: la convivencia es lúdica, armónica, intensa. Pero, poco a poco, la relación comienza a resquebrajarse, el tono de voz comienza a subir, cada uno empieza a enredarse en sus propias miserias y a obsesionarse / exasperarse con otros.

La película mantiene durante buena parte de su hora y media cierta dignidad narrativa y actoral, pero cae por momentos en simbolismos, analogías, metáforas y referencias demasiado torpes y obvias: DIB es baterista y en los momentos de locura el relato apela a sus descargas; en la casa empiezan a aparecer problemas de humedad a medida que la relación se “contamina” desde adentro y por el afuera (los ruidos, los ladridos, los personajes secundarios); Lisa necesita de una pastilla de éxtasis en una disco para descontrolarse y llamar la atención (trabaja como locutora de un programa radial new age).

Amor, etc. navega entre el realismo y el absurdo y no todas las situaciones (sobre todo las más extremas) resultan eficaces y creíbles. De todas formas, hay en esta ópera prima de Lizarazu situaciones, observaciones y diálogos en los que irrumpen una sensibilidad y una inteligencia que convierten al film en una experiencia disfrutable. El problema es que se trata de momentos aislados...