Amor en tránsito

Crítica de Héctor Hochman - El rincón del cinéfilo

Hace un par de semanas se estreno un terrible bodrio argentino, de lo peor que se haya visto en las pantallas argentinas en mucho tiempo, el filme en cuestión ”Un Buen Día” (2010), producto del clan Del Boca, con Nicolás y Andrea incluidos, era un pastiche pretencioso tratando de copiar, plagiar, emular (las tres juntas o tache lo que no corresponda) a dos pequeñas joyitas del director Richard Linklater, “Antes del Atardecer “ (2004) y “Antes del Amanecer” (1995).

Ahora nos enfrentamos a otro intento fallido de emulación de filmes extranjeros, en este caso es un cruce de parejas.

La síntesis argumental sostiene de la manera más vacua y banal que, en el amor, lo que está pasando es siempre lo que está por venir. En Buenos Aires Mercedes termina los trámites que la lleven a Barcelona (y a un novio que la espera), pero se cruza casualmente con Ariel, quien se irá transformando en una compañía más que agradable (y confusa). Juan arriba al país después de muchos años de ausencia. No puede dar con la mujer que vino a buscar pero si conoce a Micaela que, abandonada por la partida de un viejo amor, va convirtiéndose (al igual que la ciudad) en algo tal vez posible y cercano. Amores contrariados, cruzados, provisorios o precarios.

Tratando de presentarse como un film poco convencional, termina siendo un film de formula, pero que no funciona, ni como comedia, ni como drama, utilizando recursos gastados, y esto también debido a la chatura del guión, sin profundidad en los temas que intenta establecer, como el desarraigo, el desencuentro amoroso. En cuanto a estructura también fracasa, una voz en off presentifica al principio como un relato coral que se cierra en sólo cuatro personajes, muy mal desarrollados.

De los rubros técnicos, muy poco para decir por su corrección formal.

Respecto de las actuaciones, sólo sale airosa Verónica Pelaccini, un escalón más abajo Lucas Crespi, que parece ser algo más que un carilindo, Sabrina Garciarena que no puede sostener un personaje anodino, y por último Damian Ganducci que intenta un trabajo actoral tratando de imitar a Paul Muni, esto es casi inexpresivo verbalmente, pero mucha mirada y mucho rostro, pero a kilómetros de distancia del genial actor de ”Soy un fugitivo” (1932), “La Buena Tierra” (1937), entre otras.