Amor de película

Crítica de María Paula Rios - Fandango

El amor después del amor entre Natalie Pérez y Nico Furtado.

Antes que nada, es grato saber del estreno de una comedia romántica en nuestro país, ya que no es habitual. Amor de película se trata de la ópera prima de Sebastián Mega Díaz, protagonizada por dos jóvenes actores que gozan de gran popularidad: Natalie Pérez y Nicolás Furtado, si el Diosito de El Marginal, aquí con todos los dientes alineados y portando carnet de galán.

La trama sigue a Vera y Martín, una pareja de años, ella actriz en ascenso y él un director de cine que la yuga. Ambos se conocieron en el rodaje del primer corto de Martin, y a partir de allí nunca separaron. Pero el paso del tiempo muchas veces nos va poniendo en distinta posición, y los intereses en común se diluyen. Ella necesita ser escuchada y contenida… él está tratando de hacer algo trascendente para impresionarla (e impresionarse). Resultado: adviene la crisis y el pedido de tiempo de rigor.

Nos encontramos ante una comedia romántica dramática. Es que los personajes sufren la separación… en muchas ocasiones con amar no alcanza. Vale destacar la química entre la dupla protagonista, ambos lucen naturales y espontáneos (les creemos todo). Y también la primera parte de la película, la más interesante, que propone una dinámica metadiscursiva: cine dentro del cine… ficción dentro de la ficción.

En esta instancia la narración nos sumerge en el cortometraje de Martín, que también gira en torno al amor y los tiene a ellos como protagonistas; para después de un fundido a negro mostrarnos a Vera y Martín, mirando en la TV la ficción en la que se enamoraron. Un juego de espejos atractivo. Pero después de aquí, situados en esta nueva realidad, el film deviene en un melodrama y recorre el síntoma de esa crisis que parece no tener una razón suficiente de ser.

Justo hablamos de síntoma, y aquí es cuando decae el relato. La historia se torna algo previsible, y lo dramático cuesta sostenerse. Es decir, la pareja la pasa mal y es convincente gracias a lo que generan en pantalla, pero no hay conflicto o este es demasiado leve para causar tanto penar. Teniendo también en cuenta que la tortuosa separación es solo de pocos días.

Claro que estamos “hilando fino”, diría el refrán. Por lo demás Amor de Película está muy lograda técnica y musicalmente hablando, y mantiene el ritmo gracias a las hipnóticas actuaciones de Natalie y Nico. Solo aptos para adictos al romance.