Amor de medianoche

Crítica de Victoria Ferri - Cinéfilo Serial

“Amor de Medianoche” es una remake de una película japonesa del año 2006, la cual cuenta la historia de Katie Price (Bella Thorne), una joven con una rara enfermedad que no le permite exponerse a la luz solar, ya que esto podría causarle un efecto mortal. Es por eso que duerme durante el día y sale en la noche. En una de estas ocasiones que, tocando la guitarra en una estación de tren, el destino la cruza con Charlie (Patrick Schwarzenegger), un joven del que ha estado enamorada en secreto a lo largo de muchos años, ya que lo observaba desde su ventana. Ambos comienzan un romance de verano, pero la enfermedad de Katie se convertirá en un obstáculo que los jóvenes deberán enfrentar.

Como ya vimos en entregas similares, este tipo de historias apuntan a un público adolescente, poniendo a los personajes en una situación límite como una enfermedad mortal, para así generar algún tipo de empatía con los protagonistas. Pero no es el caso de este film, que no logra llegar al corazón del espectador.

Las actuaciones son malas, no consiguen emocionar y la química entre la pareja principal es inexistente, creando pocas veces la ilusión de amor verdadero.

Lo poco bueno que se puede rescatar son las escenas en un velero, que tienen una fotografía respetable.

En esta tradición que se generó sobre películas con jóvenes enfermos que se enamoran, “Amor de Medianoche” no consigue conmover como si lo lograron algunas de sus antecesoras. El guión trata de generar golpes bajos, pero no llega a nada concreto, haciendo que realmente sea muy difícil ponerse en el lugar de los protagonistas y sentir lástima o alguna emoción por ellos.

En conclusión, “Amor de Medianoche” no es una película importante, se queda en el camino de las historias románticas de los últimos tiempos. Habiendo tanta oferta sobre la misma temática es muy difícil que este film se logre destacar sobre otros.