Amor de madres

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

Lo que ellas quieren

Rodrigo García ha luchado toda la vida contra la carga, el estigma de ser “el hijo de” (en su caso, nada menos que de Gabriel García Márquez). Instalado en los Estados Unidos, ha desarrollado una más que aceptable carrera tanto en cine (Con sólo mirarte, Nueve vidas) como en TV (es el creador de la notable serie psicológica In Treatment / En terapia, con el gran Gabriel Byrne como protagonista).

Amor de madres podría haber sido un melodrama insoportable, un culebrón recargado y adoctrinador, y -en ciertos momentos- está cerca, muy cerca de caer en esa moralina, ese espíritu manipulatorio, esa crueldad y ese regodeo con "los grandes temas de la vida" que son el sello del aquí productor Alejandro González Iñárritu. Por suerte, RG es un guionista y director que -más allá de su apego a la corrección política y de su búsqueda trascendental/religiosa- tiene un pudor, una discreción y una sensibilidad que lo diferencian bastante de su colega mexicano.

RG vuelve a hacer gala de una gran capacidad para la dirección de actores y para sumergirse en los vericuetos más íntimos (y oscuros) del universo femenino (podría decirse que esta es su gran especialidad).

Intentar describir las múltiples subtramas y los diversos personajes de Amor de madres demandaría varios párrafos (muchos colegas lo han hecho en sus críticas) y limitaría bastante las sorpresas que esta ambiciosa película coral tiene reservadas durante sus algo más de dos horas de duración. Sólo anticiparé, entonces, que hay tres personajes centrales interpretados por Annette Bening, Naomi Watts y Kerry Washington (todas con múltiples escenas concebidas para su lucimiento) y conflictos que van desde el embarazo adolescente hasta los martirios de la adopción, así como los traumas propios que provocan tanto las madres dominantes como aquellas que han estado demasiado ausentes.

Además, claro, están los hombres (en papeles y con incidencias bastante secundarias), entre los que se destacan el abogado enamorado de su empleada que interpreta Samuel L. Jackson. De todas maneras, queda claro, estamos en un mundo de, con, sobre y para mujeres. Muchas de ellas, no tengo dudas, sabrán disfrutar del compromiso y la espesura emocional que propone este Amor de madres.