Amityville: el despertar

Crítica de Adolfo C. Martinez - La Nación

La otra mansión embrujada

En noviembre de 1974, el hijo mayor de una familia asesinó a sus padres y a sus cuatro hermanos mientras dormían. El siniestro episodio tuvo lugar en una mansión en Amityville, una población neoyorquina, y acerca de estos crímenes el escritor Jay Anson escribió un libro que muy pronto se convirtió en un best seller.

Numerosos realizadores tomaron esta historia como base de sus films y así fue surgiendo una saga que integran más de una docena de títulos, que tuvieron como escenario esa siniestra mansión. Ahora es Franck Khalfoun (director de Maniac, muy interesante film que no tuvo estreno local en cines) quien retorna a ese escenario para contarnos la historia de Belle, una muchacha que, en compañía de su pequeña hermana y su hermano gemelo en estado de coma, se muda a esa casa junto a la madre para pagar el tratamiento del joven. Pero entonces comienzan a ocurrir fenómenos extraños, que incluyen la milagrosa recuperación de su hermano. Belle empieza a sospechar que su madre no le ha contado todo y pronto descubre que la casa conserva la maldición de antaño.

El film no escapa a las clásicas recetas del género, pero Khalfoun sabe insuflarle a la historia el necesario clima de tensión que pide esta nueva derivación de la saga, y así el thriller convence por su clima de suspenso sostenido y siembra el terror entre los espectadores agradecidos. El elenco acompaña con razonable convicción.