Amigos con derechos

Crítica de Nicolás Viademonte - Función Agotada

Amigos con Derechos, dirigida por Ivan Reitman, es una película en clave de comedia romántica protagonizada por Natalie Portman y Ashton Kutcher, que básicamente nos contará las idas y venidas de una pareja que pretende no tener compromisos a la hora de mantener una relación.

La primera vez que Adam se cruza con Emma es en un campamento de verano al que él fue enviado ante el imprevisto e inevitable divorcio de sus padres. Allí comienza el primer contacto entre estos jovencitos que luego irá repitiéndose con poca frecuencia a lo largo de los años, hasta que finalmente se vuelvan a juntar cuando ambos superan los 25 años de edad.

Es en ese momento cuando ellos comienzan a vivir una atípica historia de amor donde se establecen como reglas básicas el tener sexo sin ningún tipo de compromiso y teniendo la libertad de estar con otras personas.

Obviamente que al comienzo este tipo de relación será maravillosa para ambos, hasta que empiezan a florecer en ellos sentimientos que atentan contra el pacto que establecieron al entablar esta relación.

Como bien índica su título original No Strings Attached significa "sin ataduras" y realmente no comprendo como aquí lo traducieron como Amigos con Derechos, debido a que ambos protagonistas jamás fueron amigos, e incluso se podría afirmar tranquilamente que Adam y Emma son apenas conocidos.

Ivan Reitman -director de grandes películas como Los Cazafantasmas y que aquí tiene un pequeño cameo- cuenta esta historia con un buen ritmo y utilizando todas las fórmulas que tiene este gastado género. En Amigos con Derechos encontramos la típica trama de conexión instantanea, relación amorosa, ruptura y reconciliación final, que incluso cae en los típicos cliches de la incursión del personaje gay, la música pop y los amigos que brindan siempre consejos que perjudican al protagonista.

La lógica impone que si Amigos con Derechos es una comedia romántica, debe tener buenas dosis de estos dos elementos para presentar un resultado satisfactorio. Es en el primer apartado que este film no logra cumplir del todo, más allá de que podríamos clasificarlo como un "film simpático" con algunas secuencias graciosas. Quizás la asignatura pendiente en este elemento es el desaprovechamiento de los personajes secundarios. En cambio es en el segundo módulo donde la película conforma su fortaleza más importante. La historia de amor de Adam y Emma es creíble, a pesar de repetir todas las fórmulas que menciono arriba, y también por momentos logra formar una especie de identificación con las situaciones que van ocurriendo, más allá de que uno no pueda no haber vivido entornos similares a los mostrados. Incluso en las escenas finales hasta puede llegar a emocionar a más de un desprevenido. Para simplificar se podría afirmar a las apuradas que en Amigos con Derechos la balanza se inclina mucho más hacia al romance, dejando con menos peso a la comedia.

Un punto interesante a ser destacado es que quién lleva el mando de la relación en esta historia es la protagonista femenina, algo que no es común en este tipo de películas. Incluso la escena más graciosa del film se da cuando Adam le regala a Emma un compilado con canciones hechas para su periodo menstrual.

La pareja protagonista integrada por Natalie Portman y Ashton Kutcher presenta una excelente química, donde son ellos los principales encargados en sostener la historia de amor. En la sala de al lado del cine en el que la vi estaban pasando El Cisne Negro y es increíble que la misma actriz haya llevado dos papeles tan distintos como Nina y Emma, con muy buenos resultados. Aquí Portman es adorable y más alla de que su personaje intente alejarnos de su corazón, cada mirada y cada sonrisa hace que uno inevitablemente se enamore perdidamente de ella. Como contraparte tenemos a Kutcher interpretando su clásico personaje de canchero, matizado con algunos toques de ternura, algo que refresca un poco el repetitivo registro del actor.

Amigos con Derechos es una comedia romántica poco original que logra mantenerse gracias a las buenas actuaciones de sus protagonistas y al buen ritmo narratorio de su director.