Amigos con derechos

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

Cada tanto el cine estadounidense aporta dentro de la comedia romántica alguna pieza disfrutable o diferente. El último gran ejemplo en este terreno ha sido 500 días con ella de Marc Webb, y aunque Amigos con derechos (inesperado primer puesto en la taquilla norteamericana) no raye a esa altura, tiene sus destellos y se merece una buena calificación. Está dentro de los parámetros de algunos recientes films con Jennifer Aniston -una reina actual del género-, como la coral Simplemente no te quiere, o la aceptable Papá por accidente. Su protagonista Natalie Portman, dueña de doble suceso de público y crítica por este film y la probablemente oscarizada El Cisne Negro, optó por una película pasatista y descontracturada y acertó, aún habiendo elegido un partenaire de poco sustento como Ashton Kutcher y un director algo veterano como Ivan Reitman (superado en los últimos tiempos por su hijo Jason, el de Amor sin escalas y La joven vida de Juno). Porque aquél realizador de títulos como Los cazafantasmas, Gemelos o la magnífica Dave, presidente por un día, también da en el blanco, y ampliamente, con esta trama acerca de una pareja libre con encuentros sexuales sin compromisos, situación que entre estos amigos empieza a generar ansiedades y conflictos varios.
Más allá de algún desnivel, la indudable química entre la versátil y espléndida Portman (no hay papeles menores para ella) y un Kutcher algo más maduro, divertido y consustanciado, son, junto al ajustado guión, los pilares para que el conjunto sea efectivo. Aunque se sepa de entrada cómo va a culminar, las alternativas están bien planteadas, los diálogos son una garantía y los toques emotivos logran su cometido. Y como en todo buen film del género, no fallan algunos graciosos roles secundarios a cargo de Lake Bell, Jake M. Johnson, Greta Gerwig y un estupendo e imperdible Kevin Kline.