Amenaza explosiva

Crítica de Juan Pablo Cinelli - Página 12

"Amenaza explosiva": pandemia de remakes.

Esta producción de 2021 es casi un clon de la española "El desconocido" (2015), dirigida por Dani de la Torre y con Luis Tosar en el papel principal. Y hay otras versiones en camino.

(2015), dirigida por Dani de la Torre y con Luis Tosar en el papel principal. Además de esta adaptación asiática, también hay una alemana de 2018, Steig. Nicht. Aus!, y ya está casi lista una tercera remake (aunque todavía no tiene fecha de estreno), realizada en Estados Unidos bajo el título de Retribution, que está protagonizada por Liam Neeson y fue dirigida por Nimród Antal.

El argumento en los cuatro casos es idéntico. Un empresario recibe una llamada anónima mientras lleva a sus hijos en auto al colegio. En ella, un desconocido le informa que ha colocado una bomba debajo de su asiento y que si no le transfiere una suma millonaria los hará reventar a todos. El nivel de precisión que tanto la réplica coreana como la alemana guardan con el original español es tal, que hasta los trailers de las tres producciones parecen clones. Las películas no se asemejan solo en los diferentes giros que propone la trama, sino también a nivel estético. Misma paleta de colores, similares encuadres y planos, idéntico estilo de montaje, como si se tratara de copias de cuadro por cuadro. Y, por supuesto, también es el mismo el dilema moral que sostiene el andamiaje del relato y que en todos los casos esboza una clara crítica al sistema financiero.

Por supuesto, hay detalles que separan a una de otra, pero estos se perciben más claramente en el nivel estético que en el narrativo. Por ejemplo, en la elección de la banda sonora, que en el caso de Amenaza explosiva utiliza leitmotivs más bien sensibleros, más cercanos al melodrama que al suspenso. Pero a pesar de su naturaleza imitativa, la película coreana funciona como una pieza de relojería, manteniendo la tensión con eficiencia incluso en aquellos momentos en los que la trama se aleja de lo verosímil. Una fábula moral con ritmo de thriller y emotividad de culebrón.