Amateur

Crítica de Pabela - La Cinerata

Pasiones reales

A pesar de ser el documental uno de mis géneros preferidos, suelo ser bastante exigente a la hora de visionarlos. A veces no basta con una buena historia o un protagonista llamativo sino que además, como en todo film, debe tener un pulso narrativo acertado. Así Nestor Frenkel, guionista y director de Amateur, no sólo logra un maravilloso homenaje al Super 8 y las cintas caseras en general, sino que nos propone conocer en su protagonista a un ser maravilloso y admirable, un personaje super pintoresco como es Jorge Mario.
La introducción de este film es lo más grandioso, entretenido y nostálgico que he visto en mi vida. Un recorrido exhaustivo y colorido por la historia de las cámaras caseras de Super 8, los recursos narrativos de la gente común, la evolución de los intereses que una camarita en mano ha dado a la humanidad. Desde esa mirada universalizada llegamos a un evento anual como es el Home Movie day (del que debo reconocer no tenía ni idea de su existencia) donde personas comunes se reunen en el Centro Cultural Rojas para mostrar en público filmaciones caseras arrumbadas en las casas, cintas que muchas veces ni se sabe qué contienen, para finalmente llegar al personaje de esta historia, un odontólogo apasionado por el cine que de joven ha filmado varias películas caseras, entre ellas un western llamado Winchester Martín y que ahora, cuarenta años después quiere volver a filmar a modo de remake.
Con una gracia pocas veces vistas en este tipo de formatos, Frenkel sin siquiera emitir preguntas logra retratar impecablemente la figura de un hombre orquesta capaz de equilibrar con su profesión no sólo la pasión por el cine sino además otras miles de actividades como la filatelia, colecciones varias, la fundación de un grupo de Boy Scouts, la conducción de un programa radial, practicante de tiro y un millón de cosas más. La ficha de este film en el Bafici de este año no se equivoca en absoluto cuando dice que "La película de Frenkel, con humor y gran despliegue de ideas (notablemente, los planos-western), va de lo general a lo particular, y de allí apunta a lo más entrañable del corazón del universo, para convertir a Jorge Mario en uno de los personajes memorables de este Bafici". Es que Mario no se nos quitará de la cabeza fácilmente. Es un hombre de una vitalidad abrumadora, uno de esos personajes que la vida te regala pocas veces y que dejaría a muchos de nosotros- considerados cinéfilos extremos- en un últimísimo escalón de jerarquías. Ver nada más su extraordinario sistema de clasificación de films vistos me dejó realmente sorprendida, minimizada y replanteándome qué tan cinéfila realmente soy.
Frenkel además elije cada encuadre y recurso narrativo muy cuidadosamente, lo que hace de este director un verdadero maestro del documental. Allí donde otros necesitarían una voz en off, una declaración de testigo, un comentario aparte, él lo logra con un encuadre perfecto en la casa de Mario donde la decoración habla por sí misma, donde las posturas del protagonista lo dicen todo. Tómese por ejemplo la figura de la esposa de Jorge Mario, una mujer que sin emitir una sola palabra habla todo el tiempo, se planta como una protagonista más sólida a veces que el propio odontólogo para reafirmar aquello de que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer.
Por eso será que me dolió tanto leer en un comentario de un profesional del medio sobre este film algo como esto:

El protagonista -que por momentos recuerda al Daniel Burmeister de El ambulante- tiene muchos atractivos como para generar empatía del espectador, aunque para mi gusto Frenkel -que hace gala nuevamente de sus múltiples ideas narrativas y visuales- resulta demasiado condescendiente con su criatura, incluso ante cierto patetismo de sus actividades y pensamientos.

Todo el derecho a que no nos guste un film, pero tildar de patético a alguien como Jorge Mario, resulta realmente más patético y decir que el director fue condescendiente con su criatura me sorprende. No diré más porque no me interesa generar una discusión que no viene al caso, el verdadero caso es que hay que ver este documental. Me lo agradecerán no sólo por lo entretenido, sino además por lo grandiosamente nostálgico, lo humanamente claro que es. Gracias Frenkel, atentísima estaré ante los nuevos proyectos que tengas. Y que espero sean muchos!.

Néstor Frenkel nació en Buenos Aires en 1967. Sonidista de oficio desde 1993, en 1999 dirigió y produjo una serie de cortos animados titulados 'Marcello G., sólo un hombre…', y luego el mediometraje de animación 'Plata Segura'. En 2005 estrenó su primer largometraje de ficción 'Vida en Marte' y 'Buscando a Reynols' su primer largometraje documental. A fines de 2007 terminó su segundo documental 'Construcción de una Ciudad'. En 2010 produjo el largometraje de ficción 'La hora de la Siesta' de Sofía Mora y en 2011 presenta "Amateur", su tercer largometraje documental como director.