Amapola

Crítica de Martina Putruele - ARG Noticias

Amapola: sueños y magia de una noche de verano

"Dejemos a los amantes y a esas imaginaciones ardientes, a esas extravagantes fantasías que van más allá de lo que la razón puede percibir. El loco, el amante y el poeta son todo imaginación: el loco ve más demonios de los que el infierno puede contener; el amante, no menos insensato, ve la belleza de Helena en la frente de una gitana; la mirada del ardiente poeta, en su hermoso delirio, va alternativamente de los cielos a la tierra y de la tierra a los cielos". William Shakespeare, "Sueño de una noche de verano", acto V escena 1.

Amapola (Camilla Belle) vive con su familia en un Gran Hotel en una isla a orillas del Paraná. Todos los años montan una obra de teatro de la obra de Shakespeare "Sueño de una noche de verano". Amapola cree en el poder del amor, y, a pesar de haber viajado con su abuela Memé (Geraldine Chaplin) por todo el mundo, regresa a "su lugar en el mundo", en la aislada isla de la que no puede separarse.

El film Amapola, ópera prima del ganador del Oscar por dirección artística Eugenio Zanetti, es casi una obra de arte. Pero no una obra de arte del cine –la credibilidad de los personajes está en juego constantemente-, sino que es, literalmente, una pintura; un conjunto de pinceladas que crean un ambiente de ensueño con una fotografía nostálgica, con luces cálidas y ambientación casi mágica.

Es un cuento de hadas. Los personajes deambulan por la isla en sus disfraces, ensayando para la obra a la que asisten turistas de todo el mundo. Entre coreografías, salones de tapices, candelabros y escenografía salida de una operetta, Amapola se enamora de un estadounidense desertor –interpretado por el canadiense François Arnaud-, que escapa de su país para evitar ir a la guerra de Vietnam, y cuyo destino lo empuja hacia el sur; hacia Amapola.

La película toma tres fechas como base para su historia: la primera, 26 de julio de 1952, día de la muerte de Evita y cuando Amapola, apenas una niña, comienza a contar su historia; 26 de junio del '66, infame fecha del golpe de Onganía y día en el que transcurre la mayor parte de la trama, en un ensueño surreal en el que se refugian del mundo; y en 1982, cuando comienza la Guerra de Malvinas, y día al que Amapola es transportada en el tiempo desde 1966.

El transcurrir del tiempo, las dobles realidades entre la tragedia y el paraíso, y las segundas oportunidades para amar y ser feliz son algunos de los temas que explora Amapola, una historia que mantiene que es posible cambiar nuestro destino y el curso de nuestras vidas, a través de la óptica del realismo mágico y de una joven que se niega a dejar de creer en la familia y en el verdadero amor.