Amantes por un día

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

La joya de la semana que nos regala un director como Phillipe Garell, que filma rápido, en escenas resueltas en un plano secuencia, en blanco y negro, en 16 milímetros, porque es lo que le gusta, con lo que se siente cómodo. Igual que hablar del amor y sus infinitas consecuencias. Donde todo parece leve, moderno, superado y nunca es así. Un profesor universitario y su romance con una alumna. Conviven, ocultan socialmente su relación, eso le pone un condimento especial a la relación. Y se supone que forman una pareja n libre y abierta mientras sea honesta y cada uno sea la prioridad del otro. Nunca es tan fácil. Y en esa vida, irrumpe una hija del profesor echada de su casa por su pareja, que pasa a convivir con el profesor y la alumna. La hija y la amante casi tienen la misma edad. Ese es el otro punto de tensión, la relación de esa hija con su padre y la relación con esa chica que se ofrece a pasearla y divertirla. Todo parece leve, aun con situaciones graves, pero nada será como parece. La libertad siempre es difícil de digerir cuando la ejerce el otro. Nada nuevo, pero complejo, inteligente, hecho con talento. Y además muy bien actuada.