Amante fiel

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

Una pareja joven, Abel y Marian. Los suponemos felices. Cuando Marian habla de su embarazo la felicidad se amplía (eso pensará Abel). Pero ella le dice que el futuro niño es hijo de un amigo de Abel y le pide con dulzura que se vaya porque el tercero viene a instalarse. Esto pasa en los primeros cinco minutos de "Amante fiel". Lo que viene puede ser tan inesperado como esto.

"Amante fiel" es la nueva película del actor y director Louis Garrel, un francés de poco más de treinta años, hijo de Philippe, otro director prestigioso. Lo singular de este Garrel es que su película es una representante de la nouvelle vague, nacida casi sesenta años después de su creación. Lo sorprendente es que tiene frescura y encanto, y un permanente tono lúdico que impide que nos la tomemos demasiado en serio.

Con protagonistas que reflexionan en off sobre sus vidas, niños que siembran la duda sobre crímenes imposibles ante los amantes de su madre, y mujeres capaces de amar y engañar con la misma liviandad que tomar un vaso de agua, transcurre esta comedia luminosa, con muchos exteriores y luz de día (hasta en eso es "muy nouvelle vague")

CONDIMENTOS
Como su padre en "Amante por un día". el joven Garrell transita el fuego sin quemarse, siempre con elegancia. Nada pasional, salvo algunas manifestaciones de la chica Lily Rose Melody Depp, enamorada de Abel desde la infancia y que surge en esta comedia romántica para dar un poco más de condimento a la salsa.

Entretenida, con buenos actores, hasta el director Garrell, que hace de Abel, lo es. "Amante fiel" divierte y vuelve lo amargo dulce con ese vaivén de situaciones que van del pasado al presente con soltura. Lejos resuena la risa de Jeanne Moreau en "Jules et Jim", pionera en transformar los peligrosos triángulos amorosos en armónicos y viables. Hoy, en momentos de empoderamiento femenino y con Louis Garrel de director todo es posible.