Amanecer - Parte 2

Crítica de Nicolás Viademonte - Función Agotada

Tú y yo somos dos adolescentes, que se aman

Llega a su fin la saga Crepúsculo de la mano de Amanecer - Parte 2, luego de que la entrega inicial de la misma dejara abierta una "alta" expectativa sobre el cierre de una de las franquicias más exitosas de los últimos tiempos.

Contar de qué va la historia me parece un poco al divino botón, pero para los que vayan al cine algo desprevenidos les contaré que este film tendrá como trama el enfrentamiento de los Cullen y sus clanes aliados contra los Vulturi, la antigua y poderosa familia de vampiros, que se desata debido a un malentendido con el nacimiento de Renesmee.

A ver, si bien no considero a la saga Crepúsculo en su totalidad como un desastre cinematográfico, creo que esta última parte de la franquicia es un paso atrás en relación a Eclipse y principalmente Amanecer - Parte 1. Ojo, no voy a citar en esta crítica la solemnidad, la histeria, el conservadurismo, los momentos timoratos y otras obvias cuestiones ya vienen atachadas a las películas de Crepúsculo, debido a que considero que si alguien va a ver una de estas cintas sabe a lo que se enfrenta. Más allá de esa observación y dejando de lado esas salvedades, Amanecer - Parte 2 no logra desarrollar y aprovechar ese buen final que tuvo su predecesora, principalmente por la brusquedad narrativa y las pocas ideas que presenta su director Bill Condon. O sea, Amanecer - Parte 2 presenta muy pocos hallazgos entretenidos a lo largo de sus casi dos horas que "justifiquen" su división. Es como si todos los cartuchos los hubiesen gastado en la primera entrega, apostando solamente para la edición final a la "épica" pelea de los Cullen contra los Vulturis. Tranquilamente podrían haberle sumado lo más rescatable de esta última entrega a la anterior y hubiese quedado un producto mucho más redondo, aunque obviamente menos suculento en su recaudación. Sólo condimentan el film (con mejores y peores resultados) un puñado de grasulientas escenas con estética publicitaria, varias secuencias digitales hechas con bastante artificio y algunos que otros momentos cómicos con la falta de dominio de los nuevos poderes de Bella. Ah, el efectivo final con Bella y Edward en la pradera que es utilizado como un rápido repaso por las cinco entregas y la secuencia de créditos protagonizados por la mayoría de los protagonistas de la saga merecen destacarse por aprovechar de buena manera el consumado final. Seguramente varias muchachas serán las que suspiren/griten ante las apariciones de Jasper, Mike y muchos otros que fueron quedando en el camino de las nuevas ediciones.

Hay una cuestión dentro de la saga que es incuestionable y la misma es que incluso llevando a cuestas sus propias falencias y complejos ha conseguido traducir de manera efectiva una historia de amor que a lo largo de las cuatro películas ha evolucionado tornándose irrefrenable, palpable, sensible y hasta por momentos conmovedora.

Dentro de Amanecer - Parte 2 encontraremos que Robert Pattinson continúa en su franco ascenso hacía el absoluto estrellato y Taylor Lautner consigue que por momentos se le caigan algunos que otros gestos, mientras que Kristen Stewart sigue expandiendo su belleza hacía fronteras inalcanzables. Stewart puede no tener un amplio repertorio actoral, pero hay detrás de ella una mirada angelical que suplanta todas las falencias que pueda tener como actriz. Ojo, no todo es color de rosa en el paliducho reparto, debido a que dentro del elenco secundario hay un par de "actores" que son de madera terciada y aún sigo sin entender como un muy buen actor como Michael Sheen permitió que le pongan esa peluca que no sólo provoca un daño irreparable en la vista sino que además trae a la memoria a los mejores quinchos que ha inmortalizado el querido Nicolas Cage.

Amanecer - Parte 2 cierra de manera regular una de las sagas más exitosas de los últimos años. Muchos/as se quedarán con el recuerdo de sus principales falencias, mientras que otros/as encontrarán en el incontenible y prohibido amor adolescente las fuerzas para recordarla con el paso del tiempo.