Amanda

Crítica de Bruno Calabrese - Cine Argentino Hoy

Madurar en el dolor. Crítica de “Amanda” de Mikhaël Hers.InicioUncategorizedMadurar en el dolor. Crítica de “Amanda” de Mikhaël Hers.

29 octubre, 2019 Bruno Calabrese
Una película que comienza como una alegre comedia francesa para transformarse en un drama profundo y realista sobre el proceso de duelo en los vínculos familiares. Por Bruno Calabrese.

David, interpretado perfectamente por Vicent Lacoste, es un joven agradable que regentea apartamentos y es podador voluntario de los árboles de la ciudad. Su vida sería la de un solitario sino fuera por su hermana Sandrine (Ophelia Kolb), una madre soltera con una hija de siete años, la dulce y tierna Amanda, maravillosamente interpretada por Isaure Multrier. Un día, Léna (Stacy Martin) entra en la vida de David, y comienza un coqueteo cursi entre ambos reflejado con una tonta escena donde él le presta un bolígrafo arrojándolo desde su apartamento a través de la ventana. Mientras tanto Sandrine saca entradas para él y su hermano para ver el tenis en Wimbledon en Londres. La única pista de que la vida no es fácil llega cuando se revela que su madre inglesa se ha puesto en contacto por primera vez en 20 años, y David insiste en que no quiere verla.

Todo lo endulzado de ese acto de apertura, que nos deja en una zona de confort propia de las comedias románticas, se transforma en una historia triste y realista cuando un acto de terrorismo cambia la vida de los protagonistas para siempre. Sandrine no sobrevive al ataque y el tono cambia cuando vemos a David tratando de sobrellevar las secuelas. Pero el director evita el discurso victimario y estigmatizante para volcarse a los procesos por los que tienen que pasar las familias de las víctimas del terrorismo, desde las realidades burocráticas hasta el efecto psicológico que tiene en todas las partes.

El enfoque de la película cambia a Amanda y su relación con David, cuyo vínculo era tierno en un principio, a pesar de sus carencias. Un vínculo establecido desde la primera escena, en la que David lucha para recoger a una paciente Amanda de la escuela. Gracias la excelente interpretación de Lacoste, el film funciona como un estudio del proceso que debe afrontar David, las responsabilidades sobre Amanda, el madurar de repente, trazando las etapas de su crecimiento acelerado junto con el curso de su dolor. La película observa mini dramas trascendentales en las partes más mundanas de la resolución de una vida perdida: cuándo sacar el cepillo de dientes del lavabo del baño, por ejemplo, o cómo dar la noticia a los conocidos cuando preguntan por los muertos.

Todo la mochila emotiva que debe cargar David cae sobre él en una escena notable, cuando no puede contener el llanto en una plataforma de tren abarrotada de gente; pero las responsabilidades a partir de ahora son más fuerte y en un corte abrupto, lo veremos recuperado, continuando con sus actividades diarias. Más allá de la maravillosa interpretación de Lacoste, es Amanda la que sorprende con su madurez para comprender a su tío, conciente de que todo lo que está pasando no es fácil para David. Por eso la niña, en otro súblime momento de la película, cuando la depresión se apodera de ella, le expresa a David que no quiere quedarse en lo de su tía (el otro familiar cercano), que se quiere quedar con él. Pero entendiendo que el joven se iba a juntar con unos amigos a tomar algo, hace de tripas corazón, contiene su angustia y solo se limita a darle un abrazo y desearle que la pase bien con sus amigos.

En esa sencillez de esas escenas, la película encuentra una impronta especial, donde el espectador podrá sentir cercanias con las diferentes situaciónes. Pequeños momentos de la vida de ellos cargados de significación, donde cada diálogo y cada instante tiene una razón de ser. “Amanda” es una historia emotiva sobre las traumáticas consecuencias de las víctimas del los atentados, pero que se puede aplicar a cualquier pérdida inesperada. Un film sobre vínculos familiares, sobre el peso de las responsabilidades, cuya característica más notable es que todo se da en el marco de un tono ligero y simple; evitando la postura y la intención agresiva que suele darse en las películas sobre atentados terroristas.

Puntaje: 85/100.