Amanda

Crítica de Ariel Abosch - El rincón del cinéfilo

Solida narración cuyo dramatismo y sensibilidad logran trasceder la pantalla

Si una noticia de extrema gravedad cuando es informada por los medios periodísticos impacta, ese impacto se magnifica hasta límites insospechados, y con consecuencias inimaginables, al volverse real y tener que enfrentarla cara a cara.

Eso es lo que le sucedió a Amanda (Isaure Multrier), una nena de 7 años que vive en París únicamente con su madre Sandrine (Ophélia Kolb), pues su padre no la reconoció. Para sostener el vínculo familiar está David (Vincent Lacoste), su tío, el hermano de Sandrine. Él es soltero, de 24 años, y tiene dos trabajos. La relación entre ellos es muy estrecha y la infancia de Amanda se desarrolla lo más feliz y tranquila posible.

Dentro ese micro mundo avanza la historia dirigida por Mikhaël Hers, con un comienzo bastante similar a una ficción televisiva, donde cada personaje que aparece es nombrado, o lo nombran, y dicen a que se dedican. Luego de eso adquiere un clima, un ritmo y una estructura cinematográfica que no la pierde en ningún momento, es más, a medida que avanza la narración, aflora un gran dramatismo y la sensibilidad con la que se cuenta, transciende la pantalla.

Porque, como dijimos al comienzo, una tragedia le cambia la vida a cualquiera, y muchísimo más siendo menor de edad. A Amanda y a David les sucedió eso, cuando Sandrine estaba en un parque y un par de personas llegaron allí, les dispararon a todos a quemarropa y ella resultó muerta.

El director no precisó recalcar sobre el asesinato y el funeral para transmitir los sentimientos. La fuerza del relato radica en la utilización del fuera de campo para resaltar la ausencia y el dolor del hermano junto a su sobrina.

Ellos, como dos sobrevivientes, intentarán reestablecerse como pueden. Vivir juntos, no estaba en sus planes. Elaborar un duelo, mucho menos. David, mientras resuelve lo que va a hacer con Amanda y con él mismo, porque le cayó una gran responsabilidad para lo que no estaba preparado, se apoya en su tía, en amigos. y en un amor distante, para encarrilarse y recomponerse mutuamente.

El film describe los sentimientos más profundos con mucha calidez, que afloran principalmente en Amanda, destacándose sobremanera la composición de su pequeña intérprete y de David, mientras transitan el camino de las pérdidas, abandonos y reconstrucciones. Porque, muy a su pesar, les tocó aceptar con resignación las cartas que les fueron repartidas por un invisible croupier, para participar en éste juego que es la vida.