Ama-San

Crítica de Juan P. Pugliese - EscribiendoCine

Guardianas del mar

El documental Ama-San, de Cláudia Varejão (No Escuro do Cinema Descalço os Sapatos, 2016), explora el mundo de las mujeres pescadoras de la península de Ise, en Japón, que continúan con una tradición cuyo inicio se remonta a hace 2000 años.

La narración se centra en tres mujeres que, sin más que un rudimentario traje de buzo, día tras día, si las condiciones meteorológicas ayudan, descienden a recoger moluscos. Con la mínima intervención posible, Cláudia Varejão registra con minuciosidad la tarea de las tres protagonistas: desde que comienzan a ataviarse con los trajes de neopreno hasta que limpian el fruto de su labor, pasando por su vida doméstica.

La cámara permanece estática durante casi todo el largometraje. El movimiento quedará reservado para las escenas más íntimas que las protagonistas comparten con su familia. Así, un cumpleaños, jugar con bengalas o buscar luciérnagas serán acciones donde la cámara se moverá para captar a los cuerpos.

Algo que sobresale en el documental es la poca presencia que tienen los hombres. El capitán del barco es el único que se encuentra a la misma altura que las protagonistas pero los demás hombres son captados fuera de foco o de cuadro. Para el desarrollo de la historia no son relevantes y la directora lo hace notar a través de esta elección.

El silencio también cumple un rol fundamental. Las escenas acuáticas carecen de música y apenas distinguimos algún que otro ruido. Lo importante son los cuerpos en movimiento y la realizadora les dedica un tiempo demasiado extenso. Tal vez este sea el punto más flojo del film.

Ama-San no sólo ilustra en detalle una actividad milenaria que ha ido pasando de generación en generación, aquí también podemos conocer el detrás de escena de tres mujeres que continúan con una tradición que resiste el paso del tiempo.