Alunizar

Crítica de Brenda Caletti - CineramaPlus+

¿LA VERDAD SOBRE EL PRIMER PASO?

_ Lo que nosotros cuestionamos es por qué Estados Unidos decidió transmitir ese segundo paso en lugar del primero – puntualiza Lucas.

_ La pregunta es qué habría en ese primer paso que nunca fue transmitido – reafirma Pepa.

_ ¿Y qué hay? – interroga una supuesta periodista.

_ Nosotros estuvimos con unos especialistas y ahora creemos tener la respuesta – comenta Lucas. A lo cual, Pepa agrega – Por eso lo que estamos haciendo ahora es recrear ese verdadero primer paso que nunca se vio.

¿Cuál es esa verdad que dicen haber hallado? ¿Cómo se puede recrear un verdadero primer paso si se supone que nunca se mostró el original? Estas dudas no se resuelven en Alunizar, película dirigida por Pepa Astelarra y Lucas Larriera, dos egresados de la Universidad del Cine.

Quizás esta falta de respuesta se desprenda de la manera en que ambos directores construyen su documental: como un trabajo de investigación. Más aún, como un trabajo de investigación dentro de otro. Esto quiere decir, por un lado, que Alunizar está elaborada a partir de una hipótesis que intenta virar a lo largo de la película pero que, al final, se retoma; por otro, que tanto el tratamiento de su temática como el uso de los recursos cinematográficos se ponen al servicio de ese modelo.

El planteo inicial de los directores tiene que ver con la recreación del primer paso del hombre en la luna porque, según ellos, la transmisión televisiva no fue en directo, sino un trabajo de manipulación de la imagen. Por este motivo y basados en For all mankind (1989), filme realizado por el guionista y director Al Reinert con material de la NASA, Astelarra y Larriera intentan indagar la razón por la que ese primer paso del astronauta Neil Armstrong no fue emitido y, en cambio, se usó el descenso de su compañero Edwin “Buzz” Aldrin con el audio del primero.

La película puede dividirse en tres partes bien diferenciadas: un inicio que expone algunas teorías conspirativas y que introduce a Reinert; una segunda parte, donde los directores se apoyan en las investigaciones de la socióloga Mirta Varela acerca del fenómeno televisivo en Argentina entre los años 50 y fines de los 60 y la última parte donde se retoman las teorías conspirativas para llegar a la recreación de ese primer paso.

Esta estructura genera cierta confusión porque hay un gran salto entre la exposición de las teorías conspirativas y el planteo de incógnitas hasta la filmación del primer paso. Si bien la intención es apoyarse en ciertos materiales trabajados por Varela–la transmisión argentina sobre la llegada del hombre a la luna – para definir su hipótesis, le otorgan un lugar central a la investigadora que desdibuja no sólo lo exhibido en el inicio, sino también sus propias conjeturas.

Incluso, cuando abordan la misma temática, se percibe el distanciamiento de ambas investigaciones. Esto se evidencia, sobre todo, cuando los realizadores le consultan a Varela sobre el falso vivo de la misión del Apolo XI. La socióloga habla sobre cierta planificación pero no respecto al uso del material, mientras que los directores subrayan la manipulación de las imágenes.

Por tal motivo, si bien los directores se enmarcan dentro de un modelo de investigación, el cual requiere de una multiplicidad de materiales y de trabajo de campo para luego contraponer y hacer una selección, la forma en la que se plantea esta parte no da cuenta de un aprovechamiento. Por el contrario, parecería que el enfoque a seguir es el de Varela y no al revés.

Por otro lado, el final de Alunizar trae consigo una incógnita. Previo a los créditos, los directores afirman que durante la etapa de postproducción recibieron, de forma misteriosa, un paquete de la editorial Apogee Books de Canadá con un DVD con material bruto de grabaciones de la misión de Apolo XI. Debido a las instancias en las que se encontraba la película, Astelarra y Larriera decidieron incluir dicho material como cierre.

Este acontecimiento resulta bastante extraño y dudoso. No sólo por su abrupta aparición – ¿cómo se enteró la editorial canadiense de este proyecto? –, sino y sobre todo por la veracidad de dicho material. Los realizadores repiten a lo largo de Alunizar que, para ellos, las imágenes sobre la llegada del hombre a la luna fueron manipuladas. Por lo tanto, cabe preguntarse cuáles fueron los criterios que usaron para validar el material y, más aún, catalogarlo como ese primer paso desconocido.

Alunizar, al enmarcarse dentro de los límites de un trabajo de investigación, se permite una serie de licencias que tienen que ver con la prueba y el error. De eso, justamente, se trata la metodología de investigación; del esbozo de una pregunta, de la salida al campo, de un posible cambio de hipótesis y de una respuesta.

Es cierto que la película recorre este camino y mantiene su línea de pensamiento. Sin embargo, no lo finaliza puesto que no consigue ninguna respuesta. Allí radica el problema; en ese aferrarse a la hipótesis inicial, a la recreación de un verdadero primer paso que no termina por explicar ni cuál es su autenticidad ni tampoco su misterio.

Por Brenda Caletti
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