All inclusive

Crítica de Jessica Johanna - Visión del cine

Dirigida por los hermanos Diego y Pablo Levy (Novias – Madrinas – 15 años) y escrita junto a Ignacio Sánchez Mestre, All Inclusive es una comedia romántica protagonizada por Julieta Zylberberg y Alan Sabbagh.
Pablo y Lucía son una pareja que convive desde hace varios años aunque no estén casados ni tengan hijos. Él, arquitecto, y ella, modelo publicitaria, llevan una vida cómoda que empieza a verse sacudida cuando la mejor amiga de ella queda embarazada y Lucía se da cuenta de que también quiere dar ese paso. Pablo todavía no y se encuentra a punto de cerrar un buen negocio por lo que un acto de impulsividad lo lleva a contratar unos días en un All Inclusive en Brasil y así distraer un poco a su mujer del deseo de ser madre.

Sin embargo hay cosas con las que Pablo no contaba. Primero y principal, que un día antes se queda sin trabajo. Y segundo, que allí contarían con la presencia de Gilberto, un brasilero insoportable que es todo lo que él no.

Alan Sabbagh da vida a un Pablo poco tolerante, con una intolerancia que lo hace perder el trabajo y que podría hacerle perder a la mujer que ama. Zylberberg es una encantadora muchacha, divertida y con buena onda. Gilberto es interpretado por la peor faceta de Mike Amigorena (aunque a la larga le juegue a favor en esta película), con un personaje que se parece mucho al de Hank Azaria en Mi novia Polly. Es lo que Pablo no es. Tiene mil talentos y los demostrará todos en unos pocos días, y tiene un buen cuerpo en el que nunca deja de trabajar.

Además está la pareja que compartirá la estadía con ellos, dos mujeres (Marina Bellati y Mariana Chaud) que se encuentran celebrando su luna de miel. Con ellas, Lucía se sentirá más cómoda pero luego habrá algunas sorpresas más.

En medio de todo esto Pablo no puede disfrutar del paraíso que tiene ante él, sobre todo actuando para que su mujer no se entere de que se acaba de quedar sin trabajo. Le es imposible relajarse y se convierte en un manojo de nervios que lo hace chocar cada vez más seguido con Lucía.

All Inclusive tiene mil y un elementos que se van presentando uno tras y otro y ponen a prueba el vínculo entre Pablo y Lucía. Una pareja que para darse cuenta de si realmente quieren estar juntos tienen que pasar y superar todo esto. Claro que como toda comedia romántica acá contada con un humor que no suele tener la vida real, con enredos a veces absurdos y exagerados, unos más efectivos que otros.