All inclusive

Crítica de Alina Spicoli - Estrelladas TV

Un viaje alocado

“All Inclusive” es una comedia nacional romántica dirigida por Diego y Pablo Levy. Ellos también se encargaron del guión junto a Ignacio Sánchez Mestre. El reparto incluye a Julieta Zylberberg, Alan Sabbagh, Mike Amigorena, Marina Bellati, Mariana Chaud, Martín Campilongo, Santiago Korovsky, entre otros.

La historia se centra en la pareja compuesta por el arquitecto Pablo (Alan Sabbagh) y Lucía (Julieta Zylberberg), una modelo que se dedica a hacer publicidades de barritas de cereal. Los dos nunca se casaron pero conviven hace más de cinco años. Pablo tiene una gran oportunidad en su trabajo ya que debe vender uno de sus proyectos de edificio a una compañía japonesa, sin embargo las cosas no salen como él esperaba y su jefe lo despide. Esa noche, sin contarle lo ocurrido a su novia, Pablo tiene un impulso y desde Internet compra boletos de avión y estadía en un hotel con todo incluido a Brasil. En estas vacaciones espontáneas, Lucía y Pablo compartirán actividades con otra pareja compuesta por Ana María (Marina Bellati) y Mariana (Mariana Chaud), además que conocerán al enérgico gerente Gilberto (Mike Amigorena).

Muchos ni siquiera leerán la sinopsis de All Inclusive al ver su banal póster promocional, sin embargo no todo es lo que parece y si vamos más allá de las apariencias la película resulta toda una sorpresa. Súper divertida y disfrutable en cada minuto, el filme logra sacar muchas carcajadas y tiene un ritmo que nunca decae, por lo que su duración ni se siente al estar tan compenetrados con lo que va pasando. Esto sucede principalmente gracias al guión y las verosímiles actuaciones.

Cada actor del reparto tiene su momento para destacarse, no obstante los que más brillan son Julieta Zylberberg y Alan Sabbagh. Sus interpretaciones son muy naturales y frescas, a la vez que la dinámica entre ellos nos resulta familiar: mientras que Pablo es más tranquilo y estructurado, Lucía es creativa, activa y se prende con más facilidad a cualquier actividad. Las pequeñas peleas que se dan entre ellos una vez que dejaron atrás la rutina de Buenos Aires tranquilamente podrían suceder en la vida real, lo que hace que este noviazgo sea muy atractivo para el espectador.

Mike Amigorena entretiene al hablar en un portugués entendible y al ser tan entusiasta con los planes para pasar unas excelentes vacaciones. En cierto punto el montaje se torna brusco al volver a Argentina, pero todo tiene sentido al enterarnos luego lo que sucedió la última noche en Brasil.

Aunque durante el último tramo los hechos sean disparatados, All Inclusive nunca pierde su esencia, haciendo que con su desenlace uno salga feliz de la sala. Si buscás una película simple con muy buenos diálogos, no te guíes por el póster ni mires el tráiler (que spoilea demasiado) y andá a verla sin dudarlo.