Alias María

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Inquieta más por serun reflejo de la realidad

Estrenada de golpe después de un año en depósito, "Alias María" puede ser una verdadera sorpresa para el público inadvertido. La historia es simple pero inquietante. Una niña guerrillera debe trasladar a lugar seguro el bebé recién nacido de la mujer de su jefe. Viaja a través de la selva y del monte en un pequeño grupo que incluye a otro niño. En el camino advierte que está embarazada. Pero si los demás se enteran, ella, como soldado raso, estaría inmediatamente obligada a abortar. ¿Respetará la disciplina o esconderá su estado el mayor tiempo posible? ¿Y qué pasará luego?

La aventura del viaje es dramática. Todos están envueltos por la inmensa naturaleza, ajena y agobiante. Acechados por sus peligros, y por el enemigo, que anda demasiado cerca. La aventura interior de esta chica es aún más grave. Se siente sola y el cuerpo va cambiando. Algo en su cabeza también está cambiando. ¿Pero con quién hablarlo?

Tal es la historia, tensa, de pocos diálogos, de pocos elementos, pero con fuerza. Tiene sus defectos: actuaciones desparejas de un elenco mayormente compuesto por no-actores, frases hechas, varias reiteraciones y resoluciones medio fallidas. Pero la protagonista, la debutante Karen Torres, transmite muy bien las inquietudes de su personaje. Y los temas de fondo quedan expuestos de modo bien claro: el reclutamiento infantil, el fanatismo, el sometimiento de la mujer, los pueblos destrozados, las contradicciones de una larga lucha, las aspiraciones de una vida más humana. No hay fantasía alguna. José Luis Rugeles, director, y Diego Vivanco, libretista, armaron la historia en base a entrevistas a exniñas guerrilleras. La película resume esas entrevistas, y es ahora la punta de lanza de una campaña de talleres infantojuveniles diseminados por varias localidades colombianas bajo la consigna "Más niños, menos alias", para desalentar la propaganda de los grupos armados.

Coproducción colombo-argentina con apoyo francés, en ella participaron especialmente los titulares de Sudestada Cine, la montajista Delfina Castagnino y un cuerpo de sonidistas encabezados por Martín Grignaschi.