Alguien más en quien confiar

Crítica de Brian Macchi - Fancinema

AQUELLOS AÑOS FELICES

Por estos tiempos, el rock argentino está sufriendo una importante crisis, ya que no surgen nuevas figuras que reaviven un género que parece haber tenido ya su época más gloriosa. Lo sucedido en los años 70, 80 y 90 resulta ser un hermoso recuerdo de algo que parece ser bastante lejano. Tratando de retratar una porción de aquellos años dorados, el documental Alguien más en quien confiar narra la trayectoria de una de las bandas locales que primero incursionó en el ámbito del “hard rock” durante el principio de los años 70. El conjunto se llamaba El reloj y el film presenta cómo fue su inserción en la escena nacional, sus diferentes formaciones y el tránsito hasta su desintegración.

La película de Matías Lojo y Gabriel Patrono resulta un correcto documental en donde se narra en forma cronológica la vida de la banda, la cual es considerada como una de las precursoras dentro de lo que terminó siendo el heavy metal local, y que a pesar de llegar a ser reconocida en el ambiente nunca alcanzó la popularidad que quizás sus integrantes querían. Alguien más en quien confiar es preciso y prolijo en su narración, donde se utiliza acertadamente el material de archivo, como también entrevistas con los protagonistas y especialistas que analizan la trayectoria de El reloj desde una visión actual. La buena tarea de edición permite que el documental no aburra y sea dinámico en su relato.

Si habría algo para cuestionarle a esta película es su estructura muy televisiva, bastante semejante a un informe de bandas de esos que se vienen haciendo hace varios años para la pantalla chica, provocando ciertas limitaciones y quitándole elementos que quizás se podrían haber incluido como documental cinematográfico. En definitiva, Alguien más en quien confiar es una producción correcta, prolija, bien narrada y que resulta entretenida de observar, en la cual se apunta a rescatar una época (lamentablemente) muy lejana de un género que supo ser vanguardia y hoy en día parece ser un constante recuerdo de lo bello que fue.