Alberto Greco. Obra fuera de catálogo

Crítica de Victoria Leven - CineramaPlus+

Existe varias formas del arte, existe un arte o muchos, existe el arte vivo ¿Qué es el arte vivo?

“Vivo dito” es la expresión que define el manifiesto del artista plástico Alberto Greco como planteo de un tipo de expresión dentro del movimiento de arte conceptual y en este caso específicamente como revelación de un juego en el “arte vivo”.

“Vivo dito”, podría ser traducido como “señalar vivencias con el dedo”, por eso infinidad de imágenes fotográficas dejan ver a Greco señalando “algo” que lo rodea como quien dictamina “esto es arte vivo”.

Este filme está protagonizado por una joven artista, admiradora de la obra del moderno plástico argentino, que progresivamente se obsesiona con la idea de encontrar lo que un catálogo español informa que existe en algún lugar indefinido del mundo: 200 metros de un rollo de papel plagado de dibujos y escritos, la representación más grande en su obra del mismísimo “vivo dito”.

Es claro que este “rollo” repleto de juegos visuales y gráficos representa para la buscadora mucho más que un hallazgo artístico, sino más bien una necesidad personal de poder trazar ese camino en dibujos y palabras extendido hacia el infinito de su propia vida.

La búsqueda está presentada en varios tiempos: el presente de la protagonista, grabaciones de pocos años atrás y hermosos fragmentos en super 8 donde la vemos buscando las señales de “vivo dito” del maestro en su plena juventud.

La pregunta que ronda es: ¿cuál es la relación entre la vida y el arte? ¿No es “vivo dito” una forma de trazar un vínculo entre ambas? ¿Observar y comunicar es la esencia del arte vivo?

Con su amiga y cómplice de la adolescencia pone en práctica la dinámica de Greco. Así intervienen todo tipo de espacios de diversas formas: grafitis en los baños de los museos, poemas en las paredes, frases en la vereda, una línea de tiza que envuelve todo el Museo Nacional.

El filme nos expone al mismo tiempo relatos sobre la vida artística de Greco, transgresor, disruptivo, complejo y audaz. Un demoledor de prejuicios, eso que separan al arte de la vida y que siguen siendo muchas veces una tensión entre la moral social y la ética del artista.

“Andar siempre en dirección contraria a la que se debe ir es la única manera de llegar a alguna parte” reflexiona Alberto Greco en un fragmento de archivo. Entonces toda búsqueda encierra una dirección prohibida que es inevitablemente para el arte y sus audaces caminos, la manera indicada.

Por Victoria Leven
@LevenVictoria