Alberto Greco. Obra fuera de catálogo

Crítica de Damián Moreno - EscribiendoCine

Muchas veces tenemos admiración por alguien que nos genera algo dentro de nosotros, llegando a los sentimientos y que nos cambia la mirada sobre la vida misma, esto le sucedió a la directora Paula Pellejero con su documental Alberto Greco, obra fuera de catálogo (2018), un homenaje a este artista de los años 50’ y 60’.

La pintura, el tango, la acción poética son parte de la historia de un artista que deambuló durante muchos años entre Argentina, Brasil y parte de Europa, siempre buscando entender cómo funciona el mundo pero dejando sus expresiones artísticas donde iba hasta su muerte en 1965.

El documental se podía quedar en una biografía más de un artista no masivo, pero no obstante va mas allá y es gracias a su directora y creadora -quién impone su voz para el film- que le da su propia mirada a la obra de Alberto Greco conectando con su propia vida.

La fascinación por parte de Paula Pellejero es tal que esta obra cinematográfica es una carta de amor a Greco y nos da la sensación que no importa el tiempo o la época, porque las relaciones se establecen de cualquier forma siempre que se llega a tocar alguna fibra íntima.

Las imágenes que vemos de Alberto Greco, obra fuera de catálogo son un conjunto de anécdotas y experiencias de la misma directora que recopiló durante varios años, y que al espectador que vea esta película le dará la sensación de que una vida artística es posible.