Alanis

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Riguroso retrato de la prostitución

"Alanis" es el retrato de una muchacha como debe haber tantas, en los tantos edificios anónimos del centro y sus alrededores. Para el caso, un edificio de Pasteur al 300, barrio del Once. Al momento de conocerla, parece que acaba de despedir a un cliente y ahora se dedica a su pequeño hijo. También es el relato de unos pocos días, desde que los inspectores municipales y el dueño de casa (que alquila en negro) la dejan en la calle, hasta que encuentra algo mejor, dentro de lo posible, y lo que ha elegido como oficio. "Ya sé de qué te gusta trabajar a vos...", le reprocha una tía que intentó conseguirle otra cosa. No se lleva bien con los parientes. Terca y poco agradecida, le molesta compartir a su niño. Es lo único que tiene, aunque no lo esté criando de un modo demasiado canónico que digamos. Así también debe haber tantas como ella.

Anahí Berneri ("Por tu culpa", "Aire libre") filma las andanzas de esa criatura desangelada en medio de la noche, escapando de seres monstruosos que controlan las esquinas, o en medio de un despacho oficial, explicando su vida sin asomo de culpa ni vergüenza. Con buena mano para revelar lo que convive con nosotros detrás de las fachadas, la autora evita los eufemismos y tampoco abre juicio. Sofía Gala Castiglione, protagonista, vuelve totalmente creíble al personaje. Ya había hecho una prostituta casi angélica en "El resultado del amor", de Eliseo Subiela. La de ahora, desgraciadamente, es más real.