Al filo del mañana

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Modelo de ciencia ficción pensante

Basándose en el manga y la novela "All you need is kill" de Hiroshi Sakurazaka, el productor de las película del espía Bourne, Doug Liman, consiguió uno de los más originales films de ciencia ficción de las últimas décadas. Y no es que no existan influencias a lo largo de toda esta increíble película, que podría describirse muy elementalmente como una mezcla de "Invasión" (Starship Troopers) de Paul Verhoeven, con "Hechizo del tiempo" de Harold Ramis, dado que Tom Cruise está en medio de una batalla decisiva contra una invasión alienígena que se repite una y otra vez debido a un extraño fenómeno temporal. Sólo que hay fuentes literarias y cinematográficas más sutiles, empezando por la novela "Matadero 5" de Kurt Vonnegut, filmada brillantemente por el director de "El golpe", George Roy Hill, en donde luego de un contacto con extraterrestres un hombre debe acostumbrase a vivir su vida en orden no cronológico.

En "Al filo del mañana", el que sufre la repitición de un día clave en su vida y la vida del resto de la humanidad es un cínico encargado de propaganda bélica que, cuando debe luchar como un militar común y corriente, es enviado como desertor a la primera línea de combate, lo que lo pone en contacto con una de las principales entidades extraterrestres, que para ganar todas sus batallas, tiene la posibilidad de resetear el tiempo de modo tal de volver a revivir un combate sabiendo toda la estrategia de su enemigo. Por algún motivo, la aparición del desertor que ni siquiera sabe usar su sofisticado traje de guerra robótico introduce el factor humano en la ecuación, por lo que a partir de ese momento el protagonista también se contagia del don de revivir ese día clave una y otra vez, tratando de ganar la batalla en una especie de juego de ajedrez imposible contra un ser más inteligente que conoce todas las jugadas.

Tom Cruise es un actor subvaluado quizá por demasiado exitoso, pero desde clásicos como "Leyenda" de Ridley Scott hasta la más reciente "Oblivion" sabe elegir los mejores proyectos de género fantástico, y éste es uno en el que se puede lucir especialmente, dados los cambios que sufre su personaje a lo largo de las pesadillescas repeticiones.

La película comienza con hermetismo y humor (tono que se repite bastante sobre todo durante la primera mitad), con Cruise tratando de eludir sus obligaciones en el frente de guerra . En el segundo acto explota todo con una de las escenas de ciencia ficción más contundentes de la historia del cine (para colmo extraordinariamente filmada en un vertiginoso 3D). Y lo mas increíble es que, luego, esa batalla de dimensiones épicas inconcebibles antes de la existencia de los efectos digitales, se repite con distintas variaciones unas ocho veces, aunque es difícil llevar la cuenta dado el ritmo endiablado que tiene este film en el que nadie que la vaya a agarrar por la mitad en el cable podrá entender absolutamente nada.

Es que al aprendizaje del protagonista de cómo resetear el tiempo incluye docenas de pruebas y errores que vuelven a "Al filo del mañana" un tour de force de narración precisa y, sobre todo, de montaje. Obviamente por las características del guión, el montaje debe hacer saltar a los personajes de una repetición en el tiempo a otra de forma permanente, y de hecho, justamente para no perder tiempo de proyección, el director en algunos casos hace sinapsis de algunas repeticiones dejándole lugar al espectador para que entienda que los personajes han repetido esa escena en cuestión más de una vez tratando de llevar su misión imposible a buen término.

La película está excelentemente actuada por un elenco donde también se luce especialmente Emily Blunt, y que también incluye a dos grandes actores como Bill Paxton y, sobre todo, Brendan Gleeson. Por supuesto, más allá de todo, como la clave es la repetición de un mismo día a través de una Europa futurista devastada, los personajes aprenden tanto a perfeccionar ese día que la segunda mitad del film no se parece casi en nada a la épica de la primera parte.

Esta es una de las películas más imaginativas que se puedan encontrar en este momento en cartel, y es toda una prueba de lo fascinante y divertida que puede ser la ciencia ficción pensante.