Al filo de la oscuridad

Crítica de Pedro Squillaci - La Capital

La nueva venganza de Gibson

Mel Gibson es un especialista en filmes donde tiene que urdir una venganza. Y “Al filo de la oscuridad” no es más que eso. El es un policía a quien le matan a la hija delante suyo y hará lo imposible por ajusticiar al asesino. El director del filme quiso dar un giro más elaborado al vincular a la joven en una corporación que fabrica armas nucleares con la venia del gobierno de los Estados Unidos. Pero sólo alcanza una trama que deambula entre lo engorrosa y obvia. Lo peor que tiene la película es que el espectador supone desde la primera toma cómo será el final; lo mejor pasa por una escena que hace saltar de la butaca. A Gibson le tocó componer a un personaje conflictuado y no es un actor con el peso interpretativo para este tipo de roles. Poco para ver.