Al desierto

Crítica de Luciano Mezher - Visión del cine

Después de su paso por el Festival de Cine de Mar del Plata, en la Competencia Internacional, Ulises Rosell (El etnógrafo) presenta su nueva película Al desierto protagonizada por Valentina Bassi y Jorge Sesán.
El film cuenta la historia de Julia, una empleada de un casino en Comodoro Rivadavia, que trabajando conoce a Gwynfor, un hombre que un día le promete un puesto administrativo en una petrolera. Cuando van en camino, ella advierte algo engañoso e intenta escapar. Al accidentarse el auto donde viajaban, quedan varados a merced del desierto y el calor, refugiándose en cuevas y estructuras abandonadas. A la par, el comisario Hermes Prieto comienza a seguir las pistas para encontrar a la joven desaparecida.

Al desierto relata cómo la vida de una persona puede cambiar en una situación extrema. Valentina Bassi interpreta a Julia, una mujer que ya está al borde de la monotonía y acepta escaparse al instante con tal de quebrar la rutina. Jorge Sesán es Gwynfor, un hombre de pocas palabras del cual mucho más no se conoce. Unidos bajo ciertas circunstancias, las acciones que realizan repercuten en su decisiones y su relación.

Con el marco de la desolación del desierto de la Patagonia, donde por fuera nada ocurre pero por dentro esconde más de mil historias y huellas en sus tierras, Rosell conforma una fábula de amor en pleno movimiento y transmite el desgaste físico y psicológico de la protagonista al espectador, con tomas generales de la inmensidad infinita del lugar pasando a primeros planos y locaciones cerradas.

La historia del comisario sirve más para forzar la estructura del género western que para hacer avanzar el relato principal. Los protagonistas no están huyendo de la ley, están escapando de ellos mismos. Aunque es claro que el guion está construido de esa manera para aumentar la tensión.