Al acecho

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

Cautiverios.

La lucha por sobrevivir se sobredimensiona en momentos críticos. Y no necesariamente estamos hablando de esta cuarentena eterna, sino de sobrevivir en un sistema donde las reglas del sálvese quien pueda motorizan las acciones de los personajes.

En ese sentido, el “estar al acecho” significa por un lado exponerse, demostrar la vulnerabilidad o flanco débil al enemigo pero por otro mantenerse en un lugar que garantice ese equilibrio mentiroso.

Silva, ahora en una búsqueda de redención con un nuevo trabajo como guardabosque del Parque Pereyra Iraola, parece por momentos un animal salido del cautiverio. Cautiverio que se traduce en la típica jornada carcelaria al ser acusado de un delito tras un operativo policial. Poco importa a los fines de esta película el pasado de Silva porque el aquí y ahora es lo que persiste en su lucha contra un enemigo más poderoso.

Resta saber que estamos frente a un thriller y que el tráfico de fauna es uno de los ejes por los que transita este trepidante film de Francisco D Eufemia, con una sólida actuación de Rodrigo De la Serna en un papel de antihéroe que no sólo le exige desde lo físico sino presencia frente a la cámara, además de ductilidad para pasar de un estado de absoluta ternura a otro de enajenación y violencia. Acompañan a De la Serna (confirmado para la última temporada de La casa de papel) Belén Blanco, Walter Jakob y Facundo Aquinos, entre otros.

Al acecho es una propuesta de género sumamente interesante que puede tomarse de ejemplo a seguir cuando las ideas de un guión no cerrado se apoyan en la intuición de sus intérpretes y la dirección de actores complementa satisfactoriamente ese aspecto sustancial para lograr el atractivo de una historia sin dobleces ni medias tintas.