Aires de esperanza

Crítica de Luciana Boglioli - La Capital

Cuando el mundo se torna cruel

Depresión, soledad, desesperanza y una profunda tristeza invade la vida de Adele (Kate Winslet), una madre soltera que vive con su hijo Henry en una antigua casa de un pueblo en donde todos se conocen y nada ni nadie pasa desapercibido. Pero todo cambia cuando deciden refugiar a Frank (Josh Brolin), un asesino que se fugó de la cárcel. A partir de este suceso, las vidas de madre e hijo comienzan a vislumbrar un haz de luz, al sentir que se acercan a formar la familia que tanto anhelan.
Profunda e intrigante, "Aires de esperanza" es un filme que indaga en las desgracias y posibilidades del ser humano. El director Jason Reitman ("Juno") mantiene un ritmo narrativo en el que no cesa el suspenso, haciendo del final, una pieza indescifrable. En cuanto al papel de Winslet, la actriz luce su talento demostrando que es capaz de transmitir todo con una mirada, una sonrisa y su belleza real, carente de excentricidades.
Una película que vale la pena ver y que demuestra que cuando el mundo se vuelve muy cruel, es necesario focalizar en la belleza de los actos simples y cotidianos de los que el ser humano es capaz.