Aguas Verdes

Crítica de Juan Pablo Russo - EscribiendoCine

El fin del patriacardo

Aguas Verdes (2009) del director argentino Mariano De Rosa (Mala época, 1998), film que participó en el Fórum de la 59ª edición del Festival de Cine de Berlín y tuvo su paso por diferentes festivales internacionales como el de Chicago, San Pablo y Calcuta, desarrolla una historia desde el absurdo con un notable trabajo desde lo narrativo.

La trama parte de la premisa paranoica de un padre de familia (Alejando Fiore) que siente perder su lugar ante la aparición de Roberto, un extraño y onírico personaje, que conquistará a cada uno de los integrantes de esa familia desmembrada.

De Rosa construye una serie de climas, a partir de una estructura narrativa que cruza diferentes tipos de géneros. Comedia familiar, suspenso, thriller, drama y hasta cierto surrealismo se pueden apreciar en Aguas Verdes. Para el realizador la película es un hibrido y por eso no se sabe muy bien como clasificarla. "Siempre fui consciente de eso desde que escribí el guión y era el riesgo de la película. Una forma de clasificar la película, sería como una comedia negra, por la estructura dramática, pero en realidad es una comedia que se convierte en un thriller y es una película de “arte” donde hay un objetivo que tiene que ver con lo artístico pero que tiene a la vez una veta comercial importante “.

Más allá de ciertos errores desde lo formal como planos mal resueltos, abuso del fundido o situaciones que no quedan muy en claro porqué sucedieron, el film sale airoso en su conjunto gracias una idea central bien resuelta. Algo poco visto en el Nuevo Cine Argentino que muchas veces no saba como contar un hecho.

De manera mínima y con escasos recursos plásticos –solo el agua como elemento simbólico y una playa argentina- se presenta un film simple que servirá para poner en crisis el patriarcado familiar, augurándole un promisorio futuro para este director que estrena de manera independiente y, como su película, con escasos recursos (económicos).