Aguas abiertas

Crítica de Facundo Fernández Roldán - Alta Peli

Joaquín, Cristian, Facundo, Tobías y Nicolás son miembros del Club Atlético Monte Grande, donde se encuentra la pileta climatizada Aguas Abiertas. Ellos son más que simples compañeros de club, son amigos y son hermanos en el agua. El documental (que lleva el mismo nombre que la pileta en la que los chicos conviven) nos mostrará un momento de sus vidas en el que se preparan para un desafío tan importante como difícil: participar de una maratón en el río Paraná.

Hombre al agua

Resulta complicado escribir sobre Aguas Abiertas, principalmente porque a primera vista son notorias sus buenas intenciones, pero lamentablemente las buenas intenciones no son suficientes para poder alcanzar las propuestas y el documental se hunde en sus aguas.

El documental nos pone en un momento y lugar determinados sin explicarnos nada lo que pasó, y es que contextualizar al espectador, realizar una presentación de los protagonistas, el uso de un narrador son herramientas narrativas que hubiesen sido bienvenidas, ya que hay varios detalles importantes que nos vamos enterando a cuentagotas, pero no porque alguien a cargo de la dirección del documental lo haya puesto aposta, sino porque los protagonistas lo mencionan al pasar, como los nombres de los chicos o el hecho de que estuvieron todo el año 2013 preparándose para el Desafío Ramallo.

Cuando termina el film, uno se pregunta si el mismo contó con guión o alguna preparación previa, y es que la cinta se siente como si fuera una secuencia de escenas que se siguen una a otra con un ritmo lento y monótono. Si bien sabemos que el objetivo es que los chicos naden en aguas abiertas, pareciera que lo único guionado fue filmar una a una las clases en el club como si fuera una especie de cámara oculta y nada más. La propuesta no tiene ni pies ni cabezas, y eso se siente, a pesar de su escueta duración (poco más de una hora).

Entre tanto en contra, debemos destacar que al menos la directora supo ubicar la cámara para captar momentos claves, interesantes y emotivos de los chicos, y es que son ellos los protagonistas y eso se agradece. Es más que interesante verlos nadar, superar sus dificultades, aunque lamentablemente en ningún momento se presentan las historias de vida, y a veces hasta las charlas que tienen en la pileta se diluyen como gota en el rió debido a la falta de un micrófono decente, y las palabras se pierden entre medio del ruido ambiente. Una lástima.

Conclusión

A pesar de sus múltiples problemas, Aguas Abiertas logra generar empatía e interés por los protagonistas, pero no gracias al pulso narrativo de la directora, sino porque los chicos a base de su carisma y sus historias se ganan por mérito propio el cariño del espectador. Plagada de deficiencias, el único punto a favor que se puede encontrar con este proyecto es el hecho de acercar la historia de estos chicos, que nos muestran que a pesar de sus capacidades diferentes, en el agua de la pileta y del rió están palmo a palmo con los demás. Recomendable para aquellos que disfrutan de historias de vida motivadoras.