Agua dos porcos

Crítica de Juan Pablo Russo - EscribiendoCine

Muerte tropical

El director Roly Santos, que recientemente estrenó en Canal 9 y Octubre TV la serie Dédalo (2020), vuelve a incursionar en el género policial para abordar la historia de un ex policía contratado para investigar un extraño asesinato en la llamada Triple Frontera que conecta Argentina, Brasil y Paraguay.

Agua dos Porcos (2020) es la transposición cinematográfica de la novela El muertito que su propio autor, Oscar Tabernise, adaptó. En ella, un investigador, ex policía, viaja de Buenos Aires a la selva mesopotámica fronteriza para resolver la extraña muerte de un empresario que apareció castrado en el río. A medida que el caso avanza descubre que la verdadera razón de su trabajo es otra, mientras descubre una red de trata de personas, tráfico de bebes, pedofilia y sadismo.

Protagonizada por el uruguayo Roberto Birindelli junto a un elenco multicultural que incluye nombres de Argentina y Brasil, Santos aprovecha la atmosfera agobiante de un ambiente regido por sus propias leyes, donde la ausencia del estado se hace notar y la corrupción es quien gobierna, para narrar una especie fallida de film-noir expresionista moderno donde el paraíso está representado en el espacio físico y el infierno en una serie de personajes construidos a base de clisés y lugares comunes.

La trama, predecible, con giros narrativos forzados y plagada de estreotipos, termina de desmoronarse gracias a una serie de subtramas, sin sentido alguno, que además de no aportar nada alargan un relato anacrónico donde el factor sorpresa no existe y todo es tan obvio como parece.