Agenda secreta

Crítica de Ezequiel Boetti - Otros Cines

El mundo contra mí

La historia del fiscal Fritz Bauer, que persiguió a los jerarcas nazis tras la Segunda Guerra Mundial, narrada lejos del bronce.

El fiscal alemán Fritz Bauer fue uno de los máximos referentes de la batalla por sentar en el banquillo de la justicia a los jerarcas nazis desparramados por el mundo después del fin de la Segunda Mundial, entre ellos el devenido argentino Adolf Eichmann. Lo hizo enfrentándose no sólo al poderío y los voluminosos contactos de esos hombres, sino también a un Estado poco dispuesto a mirar hacia su pasado reciente.

La acción de Agenda secreta transcurre en los años ’50, con las heridas del Holocausto todavía en carne viva tanto en la sociedad con en las altas esferas de poder. No por nada los servicios secretos rehuyen a cualquier investigación, lo que coloca a Bauer en una posición incómoda, a contramano de la voluntad de varios de sus superiores.

El film recupera la gesta de aquel abogado mostrando cómo dio con Eichmann, además de los debates morales y éticos a la hora de hacer su trabajo. Así, el realizador Lars Kraume deja de lado el bronce y la pátina heroica de la gesta para convertir al protagonista en un hombre frágil y por momentos dubitativo y temeroso, y a su película en una interesante aunque demasiado prolija y gélida aproximación a las consecuencias del nazismo.