Adoro la fama

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Chicas ricas que roban con tristeza

Al comienzo de la nueva película de Sofia Coppola se avisa que el guión está basado en una historia real. Es un detalle muy importante ya que, si no, todo el asunto resultaría inverosímil. Pero, aun con esa advertencia, el tratamiento que le da la directora de "Las vírgenes sucidas" no ayuda a la credibilidad.

"Adoro la fama" es el retrato de unas chicas ricas de un colegio para expulsados californianos que, con la ayuda de su amigo gay, pasan de envidiar a las ricas y famosas con todos sus lujos y glamour a directamente meterse en sus vidas. O mejor dicho, en sus casas, lo que hacen cuando se enteran de que tienen un evento en otra ciudad, averiguando sus direcciones por internet, disfrutando de sus lujosas mansiones, y robándole prendas de marca, joyas o incluso, una vez que los hechos se van intensificando, importantes sumas de dinero, relojes y cuadros valiosos.

La historia empieza cuando Katie Chang e Israel Broussard se conocen en la escuela secundaria para chicos expulsados de otros institutos. Él fue expulsado por faltas de asistencia, ella por llevar a la escuela sustancias prohibidas. Pronto los nuevos mejores amigos estan consumiendo drogas y entrando a distintas casa, empezando por las de Paris Hilton y Megan Fox, y el asunto es tan fenomenal que pronto están invitando a otras amigas a que los acompañen.

La directora no intenta darle tensión a este policial adolescente, sino más bien regodearse en el éxtasis de sus personajes por sentirse parte por un momento de la vida de ricos y famosos, para lo que detiene la acción en las fiestas de felicidad y abusos químicos luego de cada pequeño o a veces no tan pequeño raid delictivo.

En el medio, también corta la acción con entrevistas a los protagonistas, recurso increíblemente anticuado para una cineasta que pasa por ultramoderna. Como la historia es atractiva, la película se salva, sobre todo cuando luego de los repetitivos atracos los adolescentes son atrapados y, de algún modo, logran alcanzar la fama que tanto deseaban.