Ad Astra: hacia las estrellas

Crítica de Matías Lértora - Cines Argentinos

Me pasó algo curioso con Ad Astra: la disfruté luego de que pasaron las horas de haberla visto, que en el momento.
Muchas imágenes y partes del plot vinieron a mi memoria una y otra vez para que las revalorara, lo que causó que mi perspectiva y valoración cambiara un poco.
La película es pretenciosa y entrega lo que propone, pero aún así brinda un entretenimiento diferente en lo que es ciencia ficción.
Obvio que no hay que compararla con la saga Star Trek, así como tampoco con Interstellar (2014). Y ni de casualidad con 2001: A Space Odyssey (1968), tal como algunos sugerían cuando salió el trailer.
El film no busca eso, así como tampoco pretende ser “la nueva Gravity (2013)”, tal como también he leído.
Tal vez toma influencias de todas las nombradas, pero solo apenas en superficie, porque el film gana su propia identidad.
Es en la introspección, el uso de explorar el espacio exterior como metáfora y la búsqueda de vida inteligente como la persecución de una utopía, en donde Ad Astra se destaca.
El espectador puede no reparar en esto y ser un film más, uno que pasará tal vez un tanto lento, o bien puede rendirse ante una reflexión que seguro no pensaba que iba a buscar cuando se sentó en la butaca.
Puede que todo esto ocurra más tarde, tal como pasó conmigo.
El director James Gray, quien tiene en su haber la magnífica Two Lovers (2008), hace un gran despliegue y comanda un buen equipo de producción y arte.
Si bien es verdad que en ningún momento nos sorprendemos desde lo visual, también hay que decir que tiene secuencias que son abrumadoras y que no te dejan pestañear.
Sin embargo, su mayor logro es la tensión que crea con los personajes. Pero por sobre todo en Brad Pitt consigo mismo.
El actor, excelente en el papel, pasa gran parte del metraje en soledad o con cierta distancia de otros personajes, y brilla en ello.
Son sus miradas y lenguaje corporal en general lo que lo convierten en un enigma, pero -paradójicamente- uno muy familiar. Te llegás a sentir identificado con sus conflictos, por más lejanos que parezcan.
En definitiva, Ad Astra se concentra en la capacidad de su protagonista, quien hace un laburo excelente en todo sentido.
El film gustará más o menos de acuerdo a lo que se espere. Si la expectativa es deslumbrarse, no es tu película. En cambio, si buscás un poco de reflexión a través de un subtexto enjambrado en ciencia ficción, puede que haya algo para vos acá.