Ad Astra: hacia las estrellas

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Una película del espacio que inevitablemente tiene ecos, llamémoslos “homenajes” de otros films, desde las grandiosas y sublimes a las buenas o destacables. Tiene sus méritos y sus defectos. Entre los primeros esta el convocar a Brad Pitt como el astronauta frío que esconde un infierno interior y sus dudas que serán utilizadas por el gobierno sin ninguna piedad. El actor atraviesa su mejor momento y con la premisa menos es más, logra un buen trabajo, en un film donde también es el productor. El director y guionista James Gray (escribió la historia con Ethan Gross)  se rodeó de un equipo excepcional, la dirección de fotografía de Van Hoytema, el diseño de producción de Kevin Thompson, el diseño de sonido de Gary Rydstrom, ellos en conjuntos nos regalan imágenes y efectos sobrecogedores de ese espacio, de los accidentes, de las explosiones.  Hay mucha belleza en el film y se siente poco el efecto digital. En la historia se naturaliza la conquista de la luna, donde puede suceder que existan piratas a lo Mad Max  y servicios al estilo Las Vegas. Hay muchos ingredientes que sorprenden como para entretener y un  hilo principal: un hijo que debe revelarse contra el orden, encontrarse a sí mismo y a su propio padre en los confines de la locura y la mentira. Entre los defectos se anotan giros en el argumento que parecen pueriles, pretendidas situaciones profundas que se ven muy simples y algunas resoluciones demasiado forzadas e inverosímiles. Tommy lee Jones siempre efectivo, aporta una presencia espectral y luego un revela un mundo interior torturado y egoísta al extremo. Liv Tyler es casi una presencia bella pero se las arregla para hacerse notar. Donald Sutherland reafirma su categoría. Y al bello y maduro Brad lo tenemos casi todo el tiempo en pantalla, para beneplácito de su fans, pero con una labor de momentos muy emotivos. Con alguna meseta en el desarrollo, entretiene sin sorprender y se disfruta.