Actividad paranormal

Crítica de V. De Grossi - Cine & Medios

Un demonio en mi placard

Si hay algo que el mockumentary ha aportado al cine de género es la posibilidad de exploración de la resistencia psicológica de los espectadores a la tensión cinematográfica del tiempo real, de la situación verosímil. Todo esto apela a las más primigenias emociones del ser humano, básicamente el instinto de supervivencia y el temor a lo desconocido... Hasta Werner Herzog ha sucumbido a la tentación de protagonizar su propio mockumentary, un curioso proyecto dirigido por Zak Penn y que se tituló "Incident at Loch Ness". Lo cierto es que desde "The Blair Witch Project" hasta "REC", pasando por obras más independientes sin estreno comercial mundial ("Alien Abduction", "The Last Broadcast"), ha habido una explosión exponencial del cine de género hecho por fanáticos; porque está claro que toda esta camada de nuevos directores, más apegados a lo digital y, por ende, más desafiantes con los límites de la tecnología aplicada al cine "real", son fanáticos del terror, el gore y el cine bizarre o "cine Z".
A nuestras salas, como a muchos otros lugares del mundo, está llegando ahora "Actividad Paranormal", una dignísima exponente del género: sin originalidad (parte de las mismas premisas de "Blair Witch", una cinta que acaba de cumplir diez años de vida; y con eso ya está todo dicho), con un arranque aparentemente cansino pero que a la vez preanuncia momentos de álgida tensión (siempre demasiado cortos) y con un par de actores eficaces, engañosamente novatos, desenvolviéndose en una suerte de recreación de situación de misterio del cuarto cerrado.
Lo mejor de esta película es sin duda el tercer y más importante personaje: la entidad que habita la casa, con todo el esfuerzo puesto en los efectos especiales que hacen verosímiles y aterradoras las situaciones en las que se manifiesta a la cámara de Micah. Sin embargo, estas apariciones son breves y se dilatan bastante en el principio; cuando llegan a su clímax hacen pensar en un final bien arriba... que termina siendo levemente decepcionante si tomamos en cuenta el pico previo de tensión.