Actividad paranormal

Crítica de Pablo Planovsky - El Ojo Dorado

¿Y lo de "Actividad"?

Uno se queda dormido y el mundo sigue. No, con esto no quiero decir que me quedé dormido viendo Actividad paranormal (casi nunca me quedé dormido con una película, no porque no quiera: porque no puedo), sino más bien con la premisa con la que juega la película. En este caso, ir a dormir, significa la esporádica aparición de un espíritu (demonio, para ser preciso) que hace ruidos.
La película tuvo un costo de producción de 11 mil dólares y hasta el día de hoy, ya superó, lejos, los 100 mil en recaudación. El marketing viral de la película advertía sobre el efecto El exorcista después de ver la película: gente que se iba vomitando de la sala, por el miedo que generaba. A decir verdad, El exorcista tenía una estrategia de marketing más elaborada, con ambulancias y todo esperando a la salida de la función.
Como sea, el fenómeno de Actividad paranormal se infló todavía más, cuando el atento (para los negocios) Steven Spielberg la vió y dijo que una puerta se cerró en su casa. Detalles que uno nunca va a poder comprobar. Lo cierto es que Spielberg intervino y le cambió el final a la película, pero eso queda para la trivia.
No es difícil darse cuenta el porqué del éxito de Actividad pararnormal. Buen marketing, filmada como una película "viral" y "realista", y que encima, juega con el inconsciente nuestro. Ese que, cuando escuchamos un ruidito de noche, nos estimula a pensar que podría ser el chupacabras. O un ladrón. O un demonio. O un gnomo. Vaya uno a saber qué.
Lo que sí es difícil es intentar justificar el éxito de la película por sus propios logros, en este caso, relacionados con el cine. De eso poco y nada. Como la justificación de la única cámara de la película es que está para grabar los sucesos de noche (aunque también la usan de día), tenemos un sólo plano en las escenas donde el diablo hace de las suyas. Cosas que no pasan más de un movimiento de puerta, alguna luz que se prende sola, ruidos en las escaleras. La efectividad de estos films (entiendasé por el indirecto a la precursora del género: El proyecto Blair Witch, y sucesoraras, Cloverfield, [Rec], etc.) está en que uno logra conectar con los personajes. Se siente "dentro" de la película, y a medida que la cinta avanza, el temor se hace más y más profundo.
El problema con Actividad paranormal, es que sólo hay dos personajes (los demás, tienen cameos), y para colmo, no se sienten reales (eso de que son "no-actores" no es excusa para defender que son patéticos actuando). Es más, el marido, Micah, es un deus ex-machina. No un personaje. Está ahí para que el guión pueda avanzar, y los ataques diabólicos aumenten. O sea, con el pretexto de dibujar un personaje tarado, que es "el hombre de la casa", hicieron a un tipo que sale a enfrentar al diablo con un cuchillo. Si hay algo que nunca intenté todavía, es salir a correr al diablo con un cuchillo. Algo me dice que no es buena idea.
Estéticamente no hay mucho que hablar sobre esta película (¿hay algo?). Ni siquiera uno puede decir que usa bien el fuera de campo, algo que este tipo de películas debería hacer bien. Todo lo que da miedo pasa en pantalla y se resume a cuchicheos diabólicos.
Es interesante notar que críticos de otros medios hablan sobre el terror que provoca la película. Seguramente hay gente que se asusta. Quien escribe no es inmune (todavía) a las buenas películas del género. Como decía, más o menos, Hitchcock, no es que uno no pueda dormir por el trabajo. Pero disfruta de los nervios y la adrenalina de unos buenos sustos. Quizás, eso se hubiera logrado si este crítico veía la película en una computadora, solo en su casa, con todas las luces apagadas. Pero como detesta ver películas así, la va a ver al cine. Y en el cine, la experiencia pasa de largo. Nunca llega a la función. Y acá, siempre se hacen críticas sobre cine. No sobre videos de YouTube.

A ver con qué trivialidad me salís...
- El final original de la película (spoiler, claro) era así: Katie era poseída por el demonio, y en medio de la noche bajaba. Gritaba. Hasta ahí, va igual. Micah baja, y luego sube ella, ensangrentada y con un cuchillo. Al otro día la amiga llega a casa y descrube a Micah asesinado. Llama a la policía, y cuando llegan, acribillan a una confundida (pero con el cuchillo en la mano) Katie.
El final de Spielberg (que es el del cine) tiene un poco más de onda. Después de que Micah baja, Katie, poseída, lo arroja contra la cámara. Él está muerto. Ella se acerca, lo huele, mira a la cámara, y con carita de diablo, devora la filmadora.
Hay un tercer final, de exhibición, donde la chica subía y se cortaba la garganta.