Actividad paranormal: Los marcados

Crítica de Facundo J. Ramos - Toma 5

"Normalidad absoluta"

Si uno analiza bien el panorama puede encontrar las razones de por qué estamos frente a la paupérrima 5º entrega de una saga que lucha constantemente contra el campanazo final que dice a gritos “no va más”.

Cuando en el 2007 Oren Peli sacó a la luz “Actividad paranormal” difícilmente imaginó que el destino y la suerte que correría la misma lo convirtieran en el realizador responsable de uno de los éxitos cinematográficos (en términos económicos) más importantes de la historia del cine.

“Actividad paranormal” lejos de ser perfecta, al menos se trataba, de un producto que se dejaba ver y entretenía sin que entren en juego demasiadas pretensiones de parte del emisor como de los receptores.

Pero a partir de allí las garras ambiciosas del resto de los involucrados en este proyecto empezaron a estirar una historia de la nada misma, apoyándose en unos cimientos tan débiles como pobres que rápidamente empezaron a mostrar sus falencias y que ni siquiera el mismísimo Peli pudo (ni puede hasta la fecha) disimular.

Por eso esta nueva entrega, por más que se venda como una expansión “latina” del universo creado por Peli, no se aleja demasiado de la calidad irregular que ofrecieron todas las entregas anteriores de esta franquicia.

Es decir: Nuevamente un formato visual completamente injustificado tanto desde el punto de vista de la producción como desde lo argumental, una historia que se esmera por borrar con los codos todo lo que anteriormente se escribió en los capítulos previos de la saga y personajes patéticos y aburridos que no generan la más mínima empatía con el público.

El terror obviamente brinda por su ausencia, solo que en este caso la propuesta durante su primera parte desbarranca de tal forma que lo que termina por ofrecer se parece bastante a una burda copia de “Poder sin límites” de Josh Trank.

Lo de la novedad latina queda resumido al personaje de una vieja que ofrece buenos momentos cómicos pero después hace agua por todos lados y a un perro llamado “chavo”. Nada más.

Obviamente van a estar los fanáticos, que gracias a su incredulidad, seguirán apostando a esta clase de propuestas que cuentan con una campaña de promoción más elaborada que la propia película en sí, pero al resto les digo que “Actividad paranormal: Los marcados” sirve como reflejo perfecto de una de las alegorías más divertidas de “Los Simpsons”.

Para aquellos que quieran seguir comprando la Stacy Malibu por el simple hecho de que tiene un sombrero nuevo, “Actividad paranormal: Los marcados” es el estreno que estaban esperando.

El resto, donde seguramente se encuentran los verdaderos fanáticos y amantes del cine de terror, tiene en la cartelera un pésimo augurio para arrancar lo que puede llegar a ofrecer el genero en el transcurso del año.