Acá y Acullá

Crítica de Samantha Schuster - Cinéfilo Serial

En el marco de un taller de cine en la escuela armenia Jrmian, ubicada en Valentín Alsina, Lanús, el director Hernán Khouirán interactúa con chicos de distintos niveles para enseñarles y/o hacerlos reflexionar sobre el sentido del séptimo arte, y ayudarlos a indagar acerca de sus antepasados y su historia en relación al Genocidio Armenio.

“Acá y Acullá” es una propuesta interesante, ya que plantea preguntas, dudas y cuestionamientos en niños en edad escolar, para que por sus propios medios consigan indagar en su pasado y tener un acercamiento con su propia historia y con las generaciones anteriores. Se nota que los cursos más bajos todavía no tienen noción alguna de qué fue el genocidio o qué significa una matanza de tales características, sino que lo toman como una simple actividad y son los adultos allí los que le agregan la cuota de sentimentalismo y emoción al relato. Los alumnos de grados superiores sí comprenden ya los acontecimientos y lo viven de una manera más seria. Y, a su vez, el documental no es sólo un ejercicio para sus protagonistas, sino también para los espectadores que pueden tener, de la misma forma, un primer acercamiento con dichos sucesos.

Además de aportar testimonios sobre el Genocidio Armenio, el film profundiza sobre la temática de la memoria, tanto su importancia como su falta relacionada al paso del tiempo. ¿Qué sucede cuando ya no queda nadie para recordar? ¿Qué pasa cuando los únicos testigos van olvidando poco a poco?

En cuanto a lo narrativo no existen dudas de que “Acá y Acullá” es un documento valioso, por las cuestiones anteriormente nombradas. Pero tal vez su estilo no es del todo pertinente para poder llevar este mensaje de una forma clara y contundente. El documental no es convencional, incluso se sale de cualquier parámetro establecido para contar una historia. En este sentido es positivo el riesgo que se corre, pero también trae aparejado algunas desventajas. Tenemos una experimentación desde las imágenes y el montaje, donde alrededor de casi todo el film nos encontramos con superposición de varias secuencias y audios. Esto provoca que, por un lado, el público no sepa muy bien a dónde hacer foco y a qué prestarle atención, si a una especialista que habla sobre su libro, a los niños que aparecen frente a la cámara, etc. Y, por el otro, a veces los audios también se van superponiendo y haciendo un poco de ruido de fondo. Se lo ve algo desprolijo y sucio. Es un estilo elegido que le puede agradar o no al espectador, según sus gustos.

En síntesis, “Acá y Acullá” es un documental argentino que busca que las nuevas generaciones indaguen sobre sucesos del pasado relacionados con su propia historia y, que a su vez, todos podamos conocer esos hechos. Un documento relevante que se ve perjudicado un poco por su arriesgado y experimental estilo de presentar el relato.