Abzurdah

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Los riesgos de la mala alimentación

Desde el punto de vista de una persona común, esto podría contarse más o menos así: Cielo, adolescente malcriada, respondona y desagradecida, está que se muere por un flaco mala onda que la sedujo haciéndose el recio. Y casi se muere en serio. La causa: dejó de comer "para que me preste atención". Las causas: obsesión, tiempo de sobra, los padres (para una persona todavia inmadura, los padres siempre tienen la culpa, después será la sociedad, la humedad, etc.). Y luego, la complicidad de otras criaturas como ella, que dejan de comer y hasta se lastiman en nombre de curiosos derechos, vagos misticismos, y el nombre de princesas, como se llaman a sí mismas las bulímicas y anoréxicas.

Eso, desde el punto de vista de una persona común. Pero quizá las adolescentes lo vean distinto, y para ellas está hecha la película, cuya primera parte describe una historia de amoríos entre esa menor de edad y un langa con auto que le hace el verso, le "respeta sus tiempos", la envicia y después la expulsa y la ningunea, por más que la nena lo busque de un modo sinceramente fastidioso. No están mal esas escenas, salvo por la risa que causan algunos diálogos.

Y acá viene la otra parte, de interés general: la descripción de una voluntaria caída en la llamada anorexia nerviosa y sus consecuencias. Paso a paso, ilustrando la propia experiencia de la escritora Cielo Latini, casi tal como ella lo cuenta en su libro autobiográfico. En lo esencial, solo se prescinde de ciertas reflexiones difíciles de poner en pantalla. De todos modos, lo que aparece en pantalla es más que suficiente, aunque alguno exija "un desenlace más realista". Lo real es que Latini aceptó la ayuda que le ofrecían, de otro modo no hubiera podido escribir su libro. Otras "princesas" terminan entubadas en estado casi vegetativo. Para comprenderlas mejor, se recomienda el "Diario de Ana y Mia", buen documental de Alejandra Martín estrenado hace unos años. Destacable el avance de la directora Daniela Goggi en relación a su lejana obra anterior, y muy destacable la composición de la China Suárez, que ha puesto alma y vida en su personaje, al punto de arriesgar la salud. Realmente, su esfuerzo valió la pena y se agradece.