Abzurdah

Crítica de Julio Vega - CineFreaks

Problemas de gente común

Abzurdah, película del libro homónimo sobre la autobiografía de Cielo Latini, un best seller al que alguna vez alguien consideró que podría llegar a mismo destino el contar su historia en la pantalla grande. El opus gira en torno a una joven acomodada, obsesiva emocionalmente, en su tránsito por la adolescencia. Se enamora de un chico para quien ella representa solamente una diversión de rápido descarte.

Sin embargo, para ella el hecho conforma su pilar y lo considera todo en su universo, generando traumas que desatan episodios que terminan de llevarla a la anorexia e incluso intentos de suicidio. El film que narra la historia de Cielo, encarnada por Eugenia Suarez, recorre los pasillos del universo adolescente de fines de los años 90, con una prolija realización y narración, y una buena factura técnica.

La historia se entiende a la perfección y uno se asimila con las sensaciones que atraviesa el personaje. Pero el dilema del film es ese: solamente entretiene. Se nos pasa la hora viéndola llorar a la China Suarez por un muchacho que no le da lugar en su vida, pero no produce nada emocionalmente. La película, que trata de abordar y plantear desde una historia particular el complejo mundo psicológico de las adolescentes, de su salida del seno familiar, su transición a la vida adulta, es una historia que desde la literatura puede llegar a ser interesante, pero para el cine hace falta algo más.

En esta perfidia tampoco ayuda mucho la China, quien parece no poder escapar de su rol de actriz de novela y a pesar del esfuerzo del gran elenco, recae en ella la falta de peso dramático que termina relativizando las acciones y el carisma necesario para llevar semejantes traumas.

Abzurdah es una película televisiva, luce bien y se vende bien, pero no deja de ser parte de ese intento frustrado de hacer del cine argentino un cine para un público masivo, que apenas escapa del cómodo sillón para encontrarse con un material algo más arriesgado, pero sin llegar a sentirse manchado con una historia horizontal.