Abraham Lincoln: Cazador de vampiros

Crítica de Patricia Relats - El Espectador Avezado

Si les puedo ser sincera, con ese nombre no esperaba grandes cosas de este film. De todas maneras, a veces vale la pena limpiar un poco la cabeza de prejuicios y ver qué presentan.
La película empieza con un narrador reflexionando sobre la historia, de cómo se recuerda la gloria de las batallas por sobre la sangre que se derrama y de cómo la gente convierte a un hombre en un mito. Así es como nos presentan a un Lincoln entrado en años y que reflexiona sobre su diario íntimo en donde está escrito lo bueno y lo malo…y su lucha contra las sombras.
Para aquellos que conocen algo de la vida de este gran y polémico hombre, van a disfrutar los guiños que se ven. Su relación igualitaria con todos los hombres, su hambre por aprender (él siempre fue un autodidacta), lo cerrado de su círculo social. OK, de ahí a verlo con hachas de plata decapitando vampiros hay un abismo. Ni qué decirles cuando ven que los soldados sureños en la Guerra de Secesión eran casi todos vampiros.
De todas formas, claro está, no busca parecer realista. Tiene una serie de efectos sonoros excelentes y rara vez usa el silencio o los ruidos incidentales. Todo parece subrayado. La imagen, muy al estilo de Wanted (la más famosa por estos lados del director Timur Bekmambetov. Mismo a cargo de esta producción) es cercana al videoclip, congelando acciones por momentos que luego terminan en una velocidad diferente (generalmente ralentizadas). Honestamente, no puede no parecer entretenida desde lo visual.
hora bien, Abraham es interpretado por Benjamin Walker que toda la película me recordó muchísimo a Liam Neeson hasta que descubrí por qué: interpreta a Kinsey (en la que también actúa Neeson) en la adolescencia. El chico no parece un genial actor, pero tampoco la historia pedía más que destreza de él. Creo que Lincoln era un hombre solemne y, como tal, es difícil darle una “forma humana”. Dominic Cooper (Mamma Mia, La duquesa) interpreta a Henry, su maestro que tiene una buena encrucijada pero, otra vez, es más llamativa la historia y la tratativa visual que lo que interpretan los actores.
No creo que nadie pueda decir que se aburre en esta película. Claro, puede no gustarte, podés pensar que es realmente de una irrealidad que no te permite “entrar” en la fantasía, pero aburrirte, es difícil. Al menos es la excusa para terminarse el balde de pochoclos.