A una legua

Crítica de Bruno Calabrese - Cine Argentino Hoy

En la vida y obra del músico Camilo Carabajal se conjugan el folclore y la tecnología digital, en una confluencia de tradición artística e investigación científica que nos lleva a la vanguardia de la fusión entre estética y ciencia en el Siglo XX. Por Bruno Calabrese.

El documental acompaña al folclorista Camilo Carabajal en un proceso de reinvención de su práctica tratando de fusionar el folclore y la tecnología digital. A la vez que junto a su compañera Ingrid Shönenberg avanza con dos proyectos personales que vinculan al medioambiente con su música. El primero es lanzamiento de los “Ecobombos”, que buscan mediante el uso de bidones de agua armar bombos ecológicos que emitan un sonido similar al clásico bombo legüero del folclore. El segundo es la siembra de un campo de Ceibos, árbol con el que se producen los bombos en una parcela de Ingeniero Maschwitz.

Carabajal es un apellido ligado a la historia del folklore argentino y con eso solo se justifica este viaje hacia el interior de nuestra cultura. Pero la directora va más allá de la tradición flocklórica y decide hacer foco en la mirada científica. Para eso convoca a un doctor en biotecnología de la UADE que trabaja junto a Camilo para guardar en moléculas de ADN de una bacteria una de sus canciones. Lo que funciona como un ejemplo más de esta búsqueda de fusionar folklore con tecnología digital.

El encuentro de Camilo con Vitillo Abalos, el único vivo de los Hermanos Abalos es uno de los mejores momentos del documental. Cuando el legendario bombista, con su lucidez mental, probar el “Ecobombo”, y elogiando el trabajo realiza emociona, sobre todo al ver la sonrisa de oreja a oreja que provoca el visto bueno en Camilo. El trabajo artesanal de quienes colaboran en la creación de los bombos legüeros es admirable, sobre todo teniendo en cuenta que el mismo lograría la preservación del ceibo, el árbol del cual sale la flor nacional.

“A una Legüa” es un documental que se va insertando en la tradición, la cultura y los personajes del folcklore. A la vez que muestra el vínculo de ellos con las nuevas tecnologías y el cuidado del medio ambiente. Un interesante desafío por parte de la directora Andrea Krujoski que sale airosa y logra mantenernos atentos ante los nuevos descubrimientos,conectándonos con la música autóctona de una manera novedosa.

Puntaje: 75/100