A un click de distancia

Crítica de Ignacio Dunand - El Destape

Una amistad entrañable que traspasa los límites del Zoom

El debut de Natalie Morales en la dirección es una bellísima sorpresa ya que logra traducir en un formato de lo más actual (el Zoom) una película fantástica que se cuela entre las mejores producciones del año.

El Zoom se volvió una palabra y un recurso fundamental para lograr el sostén de lazos durante la pandemia de coronavirus. Crear narrativas a partir de esta red de comunicación era una opción poco transitada por los cineastas años atrás, dada la no cercanía con la mayoría de espectadores. Algo que cambió completamente. A un click de distancia es el debut como cineasta de Natalie Morales -quien también es protagonista- y es también una gema casi perfecta que se cuela entre las mejores producciones del año.

Como sorpresa de su novio, Adam (Mark Duplass) recibe un pack de 100 clases para aprender español por Zoom con Cariño (Natalie Morales), una simpática profesora costarricense. Desde la primera escena el espectador sabrá de antemano que la relación entre ambos no será para nada ordinaria: de a pedacitos y entre charlas, alumno y docente tejerán un vínculo intenso que traspasa la pantalla de una computadora. A un click de distancia ofrece, hasta la fecha, uno de los mejores y más inteligentes usos de la plataforma para contar una historia sensible y llena de astutos giros de guión.

La película de Natalie Morales es incómoda y el vínculo que se construye entre Adam y Cariño se siente real por la excelente química de los actores. De otra forma, la cinta hubiese pasado como un ejercicio más entre el montón de experimentaciones que surgieron a partir del confinamiento. Quizás lo más rico de la historia es como las diferencias culturales y la distancia no son impedimentos para la verdadera conexión entre personas.

La vida real y las relaciones virtuales son complicadas; A un click de distancia es una muestra ficcional de ello. A su vez, es también una fantástica comedia romántica muy emocional, para disfrutar una y otra vez. Es fresca, simple y con humanismo genuino.